El llamado para el propietario del semoviente y para las autoridades respectivas es a estar atentos cuando estos animales se desplacen por el perímetro urbano. El dueño, de ser ubicado, podría estar incurso en una sanción o un comparendo, de acuerdo a la normatividad vigente. Las quejas por la presencia de animales callejeros aumentan cada día, pues además de las vacas, es grande el número de caballos que merodean las diferentes zonas verdes y se agrava la situación cuando los ciudadanos sacan la basura en horas inadecuadas y estos residuos en consecuencia terminan esparcidos al aire libre.También denota esta grafica, la urgente necesidad que tiene Tuluá de contar con un centro de protección animal, obra que ha estado en los planes de gobierno de los alcaldes, pero que se ha quedado solamente en el papel lo que se convierte en una nota negativa para quienes son los encargados de este y otros temas de ciudad.