A instancias del tabloide, varias personas residentes en los barrios Popular y El Bosque; al igual que en la zona céntrica de Tuluá, elevaron su voz de protesta para solicitarle a la administración municipal, que se evalúe la decisión de cerrar las calles y carreras adyacentes a la cárcel de mediana seguridad, al comando de la Policía y las instalaciones del Gaula Militar en la calle 23 entre carreras 26 y 27.
Estos habitantes, quienes además son propietarios de pequeñas unidades de negocio, señalan que los cierres han tirado por el piso las ventas lo que va en detrimento de su economía familiar.
“Desde hace algún tiempo tengo un pequeño restaurante y hoy las ventas me marcan por debajo de la mitad, algo que me parece preocupante y si esa medida persiste pues seguramente tendré que cerrar”, señaló una de las afectadas.
Estos ciudadanos, quienes aseguran no ser ajenos a la situación de inseguridad que vive Tuluá, precisan que se debe buscar otra alternativa de solución, pues una medida de prevención no puede afectar a todo un conglomerado.
Añaden que paradójicamente, mientras se protegen las edificaciones, a muchos uniformados se les ve en sitios públicos aledaños sin la observancia de las medidas de seguridad. “Esa parte no la entendemos” expresan los denunciantes.