No ha habido poder humano que logre solucionar esta problemática que, de manera reiterada, hemos denunciado en las páginas de EL TABLOIDE y que tiene que ver con la suciedad evidente en ese canal contiguo al paso peatonal que conecta al barrio Fátima con el Súpercentro Tuluá.
Ese espacio ofrece un pésimo golpe de vista en un sector que es frecuentado por propios y extraños, pero además aumenta el riesgo de inundaciones ahora que las lluvias parecen regresar. Se podría pensar en que los comerciantes y directivas de ese sitio de comercio lideren una especie de minga para mantener este lugar limpio.
Lo triste de esta gráfica, además de volverse repetitiva, es que parece no despertar la conciencia ciudadana frente a la necesidad de mantener limpias las zonas comunes del municipio en una muestra clara de la incultura que nos carcome.