Al asumir las riendas de esa comunidad católica, el sacerdote Valencia Ossa, indicó que el suyo será un ministerio abierto a toda la comunidad, de contacto con los fieles y con los diferentes estamentos de la Villa de Céspedes.
“Yo entiendo que los cambios generan traumatismos, algunos se pueden molestar, pero yo llego a esta parroquia con la bendición de Dios y la anuencia del señor Obispo que me confió esta tarea”, dijo Valencia Ossa en su primera homilía ante los feligreses que, en buen número, se dieron cita el jueves en la noche en el templo mayor de los tulueños.
El nuevo párroco de San Bartolomé venía desempeñándose en la parroquia Cristo Resucitado y lleva 17 años de vida sacerdotal, destacán-dose por su capacidad de trabajo y liderazgo.
Otros cambios
El obispo de la Diócesis de Buga, monseñor José Roberto Ospina Leon Gómez ordenó los traslados de varios sacerdotes en parroquias del centro del Valle.
A la parroquia Cristo Resucitado de Tuluá llegó el padre Hárold Vargas, quien estaba en la San José Obrero de Buga. El sacerdote Luis Mario Larenas Cruz deja la iglesia de San Bartolomé y pasó al Espíritu Santo en El Príncipe.
Yermaín Benítez asumió como párroco en Nuestra Señora del Carmen del corregimiento de Salónica, jurisdicción de Riofrío. Alvaro Bermúdez llegó a la parroquia de San José en el barrio Bosques de Maracaibo de Tuluá, Jaiver Hurtado Díaz, quien regresó de estudios en Roma, asumió en la San José Obrero de Buga; en la misma ciudad, pero a la iglesia Santo Domingo, también llegó Simón Villareal, quien estaba en estudios en Roma.
El padre Mauricio Triviño pasó a la parroquia del Perpetuo Socorro de Buga y para el corregimiento de La Habana se nombró a Freddy Álvarez.
“Son cambios que refrescan la fe de nuestra iglesia en la región”, dijo monseñor José Roberto Ospina.