Desde hace varios meses Luis Eduardo Ayala, presidente de la junta de acción comunal del barrio Victoria, viene advirtiéndole a la Secretaría de Asistencia Agropecuaria y Medio Ambiente, Sedama, y a entidades como la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, sobre el riesgo fitosanitario de un árbol de samán, ubicado en el Parque de la Familia, específicamente en la zona reservada para los caninos, pero hasta ahora la respuesta a los derechos de petición presentados ha brillado por su ausencia, a pesar de ser un imperativo legal.
En diálogo con EL TABLOIDE, el dirigente comunitario manifestó que le preocupa que ese gigante verde corra la misma suerte de otra especie similar que no fue atendida a tiempo y terminó siendo talada privando a este sector de su sombra acogedora.
“Hoy nos asiste el temor de que una rama se pueda desprender y causar lesiones a los ciudadanos que llegan hasta el sitio a pasear sus mascotas y lo que le estamos evitando al gobierno municipal es que caiga en demandas ante la ocurrencia de algún accidente», comentó el vocero comunal.
Mal general
Pero esta petición de Ayala Rengifo no es la única, ya que en varios sectores se conocen denuncias similares e incluso ya se han presentado desprendimientos de las ramas con el peligro que ello implica sin que exista una solución pronta.
Hay que censar
Una de las necesidades que tiene el municipio, según algunos expertos consultados sobre el particular, es la elaboración del censo arbóreo aplicando toda la metodología existente y que corrija los errores que se cometieron años atrás cuando se hizo ese trabajo sin cumplir con lo dispuesto en la Norma.
Para quienes opinan sobre ese particular el censo permitirá no solamente contabilizar la cantidad de especies, variedades y características sino también establecer la condición fitosanitaria de los mismos.