Un informe conocido por EL TABLOIDE y que fue elaborado por los profesionales de la firma Tecni Árboles, responsable del proceso del trasplante, da cuenta que el samán tuvo problemas de adaptabilidad al suelo y al entorno del escenario. Según el escrito, remitido al ingeniero Hárold Julián Pérez Gutiérrez, titular de la Sedama, factores como la perturbación por intensidad lumínica, dado que el escenario está con luz las 24 horas, no permitiendo que el árbol cumpliera con las condiciones fotosintéticas, afectaron el proceso. En el mismo documento, los expertos de la firma no descartan que se haya dado una intoxicación, hipótesis que tendría sustento en el secado intenso que sufrió.
La nueva especie
Ante la situación vivida con el árbol inicial, en común acuerdo con la Administración Municipal, se decidió trasplantar en el mismo lugar una ceiba pentandra, árbol de gran envergadura que puede superar los 60 a 70 metros de altura, con tronco recto, grueso de hasta tres metros de diámetro y normalmente sin ramificar formando una gran copa con ramas extendidas horizontalmente. Es también considerado el árbol sagrado de los Mayas.