Pulido ha demostrado que la sostenibilidad medioambiental puede ir de la mano con la agricultura.
El método consiste en utilizar la cascarilla bajo camas de bambú para minimizar los olores y los vectores en el proceso de cría.
“El control de la humedad dentro de las cocheras es fundamental para que funcione el método con la cascarilla de arroz, pues entre más secas estén las camas y los bebederos, se reducen vectores e insectos” afirma Pulido Salcedo.
Añade que al final del ciclo de producción, se reutiliza como abono para los cultivos de banano y yuca que tiene en el predio.
“Siempre he creído en la importancia de cuidar el medio ambiente y mantener la producción agrícola, los cuales pueden ir de la mano, si se utilizan métodos que no contaminen los recursos naturales” precisa.
“Al utilizar la cáscara de arroz de esta manera, no sólo reducimos el consumo de agua, sino que también evitamos que las aguas residuales contaminen las fuentes de agua cercanas”, puntualizó.