Nació en la llamada Tierra del Alma, la misma donde lo hicieron José Eustaquio Palacio (1830) y el poeta Carlos Villafañe (1881), un 11 de diciembre de 1978.
Es Técnico en procesos administrativos y técnico en preescolar, realizó múltiples estudios en el área de la ilustración y la escritura, y actualmente cursa la carrera de administración de empresas.
La culpa es de su abuela
Quizá María Ruth Urriago, su abuela materna, nunca imaginó que el regalarle a Juan Manuel un libro del autor español Félix María de Samaniego, sería abrirle las puertas a la imaginación del entonces niño que descubrió en las fábulas del ibérico, la fuente de inspiración que marcaría y sigue marcando su vida artística.
“La magia está en la niñez, los sueños que preceden a lo sobre natural; donde la mente crea otras realidades está íntimamente conectada con nuestros anhelos de realizar estas fantasías que cobran vida en este mundo a través de la creatividad, es por ello que decidí escribir con un aire infantil lo que también va dirigido a ese público adulto que aún conserva el niño interior” dice el autor roldanillense.
Destaca que sus libros están ilustrados por él usando la técnica de la acuarela con vistosos colores. “Cuando me siento a escribir planteo en la dualidad el concepto literario con la imagen, es decir que imagino el lugar y los personajes donde se desenvuelve la historia, aquel mundo distante que llega con la musa para ser plasmado en esta realidad”, precisa Drada Campo, quien hizo su primera fábula a los 13 años bajo el título de la Suerte del Sapito en el año 1991.
No es profeta
Aunque en Roldanillo, la cuna natal del maestro Omar Rayo, son muchas las personas las que reconocen el talento de Drada y le dan el valor a su obra, curiosamente en el sector público poco se han interesado por sus logros.
“Hay un adagio popular que, entre otras cosas, es bíblico y reza ‘Nadie es profeta en su propia tierra` y creo que eso pasa con mi trabajo, pero seguiré en la lucha”, precisa el autor Norte vallecaucano, quien resalta los reconocimientos recibidos a nivel departamental y nacional; además de algunas instituciones académicas de la región.
Las obras literarias
A lo largo de 12 años de trabajo, Juan Manuel Drada ha escrito varias obras entre las que se destacan Dulce Vida, Juanito Piñiñanga, el libro Fábulas de Drada, Oye Cuéntame un Cuento, Canciones y Rondas de Drada, Acuarela de colores, La suerte del sapito, La Rosa vanidosa, El Gato de Don Sixto, Las Mirlas de Carranza, Cucaracheros, El Comerciante y El Perro, La Zarigüeya y el Criollo, Colibríes, La Fortuna de la Zorra, La Tortuga Perezosa, entre otros.
Un propósito de vida
“Desde que decidí publicar mi primer libro “Oye… cuéntame un cuento” que compila unas de mis primeras fábulas de niño, mi meta ha consistido en que mi trabajo sea conocido por mucha gente procurando ser constante en aquella meta. En los últimos años mi trabajo ha trascendido fronteras, pues mis libros se encuentran en algunas bibliotecas, escuelas y colegios de Colombia y también en países como Estados Unidos, Francia y España”, dice Juan Manuel Drada en su diaálogo con EL TABLOIDE.
Añade que su deseo es que sus escritos e ilustraciones trasciendan y lleguen a muchas más personas, a muchos más niños del hemisferio. “Eso para mí sería suficiente” puntualizó el artista vallecaucano.