En diálogo con el tabloide, el abogado González precisó que las paredes que aún siguen en pie, se han convertido en un dolor de cabeza para la comunidad y en un foco de inseguridad que hoy causa temor entre los habitantes de los barrios contiguos, entre ellos La Paz.
“Es un monumento a la desidia, al abandono y al desinterés de los gobernantes de turno en todos los niveles que nada han hecho para intervenir esta zona andaluza que causa vergüenza y demuestra una vez más la indolencia de los entes gubernamentales, indicó el jurista.
Acciones en marcha
Añadió que ya presentó ante la gobernación del Valle la alcaldía de Andalucía y la propia firma concesionaria, un derecho de petición en el cual se solicita directamente la intervención de lo que queda en pie de una edificación que otrora fuese la próspera estación del tren.
“Sí es necesario acudiré a las instancias legales, entre ellas la acción de cumplimiento, para que de una vez por todas se le preste atención a ese sitio que tal como pasó en municipios como Guacarí, Bugalagrande y otros en Colombia, deberían ser centros culturales o gastronómicos y no un esperpento que da la sensación de que Andalucía es un pueblo abandonado al estilo de las viejas películas de pistoleros en el viejo oeste”, expresó.