La iniciativa que integra acciones formativas, incorporó tecnología de vanguardia, combinando simuladores de conducción y gafas de realidad virtual, lo que permitió a los participantes experimentar las situaciones de riesgo en un entorno controlado y seguro.
Esta estrategia pedagógica facilitó que los motociclistas reconocieran y comprendieran los peligros potenciales en las vías, fortaleciendo su capacidad de respuesta ante situaciones críticas.