Generalmente, estas ocurren cuando hay presencia de determinadas circunstancias o aceleradores, como el consumo de sustancias psicoactivas o alcohol, en el momento de una discusión.
Al respecto, Álvaro Plazas, economista y magíster en sociología, explicó que las riñas “son un fenómeno más que cultural, que se presentan porque la gente por defender lo propio, su orgullo e incluso su propiedad, prefiere solucionar un desacuerdo por su cuenta y no llamar a las autoridades.
Y el problema es que el diálogo, por nuestra naturaleza, puede empezar aguerrido, pero termina en un encuentro violento y por lo general agresivo”.
De igual manera, Claudia Gómez, investigadora en seguridad ciudadana y directora de Public Safety, comentó que se debe tener claro que “no es lo mismo un alegato, que se puede dar entre vecinos, que la riña.
Ésta, por el hecho de que es circunstancial, implica que aunque hay contacto físico no hay una intencionalidad previa.
Las riñas emergen de manera no premeditada, no son planeadas”.
Ante ese fenómeno que se presenta continuamente en la capital del Valle y que, además, estaría dejando como resultado casos de asesinatos, la Policía indicó que durante las 600 riñas atendidas el pasado domingo en Cali, dos personas perdieron la vida.
Uno de los casos, según detallaron las autoridades, se habría presentado en una fiesta que culminó en un enfrentamiento violento cuando, al parecer, uno de los asistentes a esta le disparó a dos personas y una de ellas perdió la vida.
Otro de los casos atendidos por la Fuerza Pública fue una riña entre dos mujeres que se registró en una fiesta.
En medio de esta, que terminó en una asonada contra los policías porque incautaron un arma cortopunzante, hubo disparos y un joven murió.
Frente a ese suceso, el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, general Manuel Vásquez, indicó que “le solicité a la Directora de la Fiscalía que sea el CTI quien conozca la investigación penal. Desde lo interno, serán los jueces judiciales y administrativos quienes se pronuncien sobre este hecho”.
Y es que, de acuerdo con lo indicado por el Observatorio de Seguridad de Cali, en lo que va corrido del año, en la ciudad se han aplicado 29.048 comparendos a ciudadanos que han violado el Artículo 27 del Código Nacional de Seguridad y Convivencia porque han tenido comportamientos que “ponen en riesgo la vida e integridad de las personas”.
El año pasado, en el mismo lapso, fueron 8854 comparendos.
Ante esas cifras, Yofre Luis Cortés, analista en seguridad ciudadana e investigador de Public Safety, dijo que “hay factores que son estructurales, pero también hay causas que son locales, la gente lo vive, pero no raciona sobre ese fenómeno.
En Cali hay una pluralidad cultural y de valores que genera una fricción social, por eso, cuando dos personas tienen una discusión y ninguna controla sus impulsos, la reacción termina en un reclamo violento”.
Al respecto, Claudia Gómez recalcó que “hay una carencia de planeación y de acciones de las autoridades frente a las riñas, porque pareciera que el problema se deja en manos de la Policía.
Las intervenciones no son un trabajo solo de la Secretaría de Seguridad, es una labor que debe ser atendida, por ejemplo, en materia de educación y cultura”.
Por su parte, las autoridades afirmaron que la cantidad de llamadas que recibe la Policía para atender riñas en Cali en ocasiones desborda su capacidad, por lo cual piden a los caleños tolerancia y paz.
Asimismo, el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Carlos Rojas, manifestó que “estamos hablando de 20 mil llamadas diarias solicitando presencia policial por riñas.
Es hora de que la gente empiece a preguntarse si puede cumplir un papel mucho más activo en la construcción de una ciudad más tranquila, porque Cali lo necesita”.