Como es de conocimiento público, estas regiones, en el pasado reciente, quedaron aisladas del resto del país por el derrumbe que taponó la vía Panamericana, hecho ocurrido en las proximidades del municipio de Rosas, un fenómeno recurrente, que por años ha azotado a los habitantes del sur del país.
Como consecuencia del aislamiento referido, la escasez de alimentos, de combustible (cientos de conductores por el derrumbe indicado, han tenido que pasar noches enteras en estaciones de gasolina para procurar una pequeña ración de dicha sustancia) y la ausencia de otros materiales necesarios para el normal desarrollo de la vida productiva ha sido notoria, con un agravante: el inminente aumento de los precios de algunos ítems que llegan al sur, después de prolongados y tortuosos itinerarios.
Un punto adicional: Este fenómeno, conforme a reportes de las asociaciones pertinentes, ha incrementado el desempleo y con ello, ha aumentado también la delincuencia. Un ejemplo: Pasto, otrora una ciudad relativamente tranquila, ahora sufre los embates típicos del problema aludido.
Afortunadamente ya se están dando pasos importantes para desbloquear la carretera, pasos que tienen que ver con la construcción de una variante en el sector crítico.
Sin embargo, dada la naturaleza geológica de dicho sitio, es menester acelerar las acciones encaminadas a la construcción de una carretera, que solucione de manera definitiva el padecimiento de los habitantes de las zonas antes enunciadas, puesto que, de lo contrario, más temprano que tarde, se volverán a presentar desastres similares a los señalados.
Vale anotar que un medio televisivo, en una reciente edición, entrevistó a un representante de una asociación de ingenieros, quien informó de la existencia de un documento que contiene el trazo de una vía segura, que según él, reposa en las oficinas del alto gobierno desde hace varios lustros.
Sin duda, estas obras contribuirán a dignificar la vida y a potenciar el progreso que los habitantes del sur del país se merecen.