En un mundo donde las noticias de caos y dificultades a menudo acaparan los titulares, siempre es un alivio encontrar historias que nos recuerdan el poder del compromiso y la solidaridad. Este es el caso de los miembros del Club Rotario Tuluá el Lago, un grupo de personas que, sin importar las adversidades, siguen dedicando su tiempo y esfuerzo a mejorar la vida de los más necesitados.
Recientemente, en nuestra comunidad, tuvimos la oportunidad de ser testigos de su arduo trabajo durante el evento Rotary Run, una carrera que no solo promueve el ejercicio físico y la camaradería, sino que también tiene un objetivo mucho más grande: recaudar fondos para apoyar a aquellos que más lo necesitan. Más de mil personas se unieron a esta causa, corriendo y caminando bajo la lluvia, pero con una sola meta en mente: hacer la diferencia.
Es importante destacar que lo que hace especial a este grupo no es solo el esfuerzo de organizar eventos, sino la dedicación que ponen en cada proyecto. Los rotarios no se limitan a un solo evento, sino que constantemente están buscando formas de impactar positivamente en su comunidad. Ya sea ayudando a niños en situación de vulnerabilidad, colaborando en proyectos de salud, educación o incluso trabajando en programas de desarrollo sostenible, su compromiso es inquebrantable.
La organización Rotary, con su lema “Dar de sí antes de pensar en sí”, nos enseña una lección fundamental sobre la importancia de la generosidad y el servicio desinteresado. Esta dedicación no se ve afectada por la lluvia, el frío o las dificultades, sino que, al contrario, se refuerza por la pasión que los motiva a seguir adelante.
Hoy quiero felicitar a todos los que forman parte de este noble grupo. A los organizadores, voluntarios y participantes de la Rotary Run: gracias por poner a la comunidad primero, por demostrar que, incluso en los días más lluviosos, el compromiso con el bienestar de los demás sigue siendo más fuerte que nunca.
A ustedes, Club Rotario Tuluá el Lago, les debemos no solo el éxito de este evento, sino la inspiración de ver que, cuando nos unimos con un propósito común, podemos cambiar vidas. ¡Gracias por su esfuerzo y dedicación! Y que sigan siendo el faro de esperanza para muchos más.