Celebramos, con la mejor de las intenciones, que el ministro de Salud, Fernando Ortiz, aceptara la propuesta de los empresarios de contribuir al proceso de vacunación lo más pronto posible, con el propósito inmediato de agilizar el crecimiento económico del país, sumido en una baja muy considerable como consecuencia de las restricciones impuestas por el gobierno para frenar y manejar la pandemia del Covid-19.
La aceptación por parte del ministerio, se presenta, después de un primer rechazo momentáneo, que suscitó entre varios sectores de los empresarios cierta extrañeza, al considerar que ya otros países han optado por este apoyo que no busca otra cosa que, la prontitud en los procedimientos de inmunización que sirven de contera para empujar con mayor rapidez, la tan anunciada reactivación económica.
A primera vista, pareciera que la intromisión del sector privado en el plan nacional de vacunación, que está por decreto planificado, reglamentado y muy bien diseñado, pudiera interferirlo de alguna u otra manera, cuando el proceso marcha, así sea lentamente , y el gobierno se ha comprometido a cumplir las metas propuestas, como son la inoculación a 35 millones de personas en el presente año, y alcanzar así la llamada “inmunización de rebaño”.
La crítica más aceptable, es ejemplarizada así: cuando hay personas haciendo fila frente a una sola ventanilla de un banco y de un momento a otro, abren una segunda ventanilla y lógicamente, muchos de la primera se lanzan a hacer fila en la recién abierta y en esta carrera, ganan unos y pierden muchos. Así sucedería si los empresarios inician la inoculación a sus trabajadores sin importar las características señaladas en el plan nacional, que tienen priorizadas a las personas según la edad y los factores de mayor riesgo, y echaría por tierra, los lineamientos del sector salud.
Al mismo tiempo el ministro Gómez Ruiz, ha insistido en que el gobierno ha adquirido a un costo elevado las vacunas y se aplicarán gratuitamente a todos, al tiempo que es necesario contar con una infraestructura precisa y segura, como la cadena de frío, además del personal idóneo que ya lo tiene el gobierno a través del ministerio del ramo.
Así las cosas, solamente hace falta que los empresarios presenten su plan de inmunización coherente con la normatividad oficial, con el fin de que ciertamente, sirva para ofrecer mayor prontitud en la reactivación esperada para este año y al mismo tiempo que no se presenten contradicciones y animadversiones en el ámbito nacional, cuando se concretice el procedimiento en la práctica, puesto que como lo hemos señalado en el ejemplo propuesto, se verá muy seguramente alterado, el orden matemático diseñado por el gobierno.
Lo cierto es que ya en otros países, el sector privado ha ofrecido su mano a los gobiernos, con el propósito prioritario de mejorar la economía de cada región.