Donald Trump puede volver a ganar la presidencia de USA, con el riesgo de que practique un decálogo contenido en un proyecto conservador autodenominado “Proyecto 2025”, impulsado por la Fundación Heritage, uno de los tantos tanques de pensamiento (Think tank) que influyen en los programas de los candidatos, en este caso en el del partido republicano que aunque niega relación con este proyecto tiene a muchos de sus asesores en este proyecto.
La BBC de Londres informa que dicha agenda contempla: “despido de miles de funcionarios, la ampliación del poder del presidente, el desmantelamiento del Departamento de Educación y otras agencias federales, así como recortes fiscales radicales”.
¿Les suena? Pues es lo practicado por el estrafalario presidente argentino Milei que está sumiendo en la pobreza a la clase media, con el cuento de que prontamente estarán mejor, repitiendo el error venezolano.
Con el retiro de Biden de la carrera presidencial los demócratas han recobrado esperanza, pues el proyecto 2025 también reivindica la violencia política, la restauración de la familia y la garantia de los derechos individuales otorgados por dios para vivir libremente.
Esta amalgama de propósitos se bautizan con otros nombres en otras latitudes, “libertarios” por ejemplo, pero lo cierto es que son el manifiesto que identifica a la extrema derecha mundial, en buena hora derrotada en España, Inglaterra, y Francia; pero que tiene aire en Norteamérica y en otros países donde las políticas liberales o progresistas son obstaculizadas por sus oligarquías que se valen de la misma democracia para boicotear y no permitir que la sociedad sea más igualitaria, cuestión que muestra el académico Jeffrey Winters en su libro “Oligarquía”.
En Colombia, esa extrema derecha es representada por los partidos Centro Democrático de Uribe y Cambio Radical de Vargas Lleras, y es un deber de los demócratas derrotarlos en 2026.