En la vida de todo ser humano es indispensable proponerse metas de corto y largo plazo, y en base a ellas hacer un plan de acción para conseguirlas una a una. Algunas de las primeras podrían no conse-guirse tan pronto como se desea, pero con disciplina y perseverancia, se puede lograr.
Lo primero que se debe hacer para tener un rumbo en la vida, y una razón por la cual esforzarse al máximo, es visualizar qué se desea conseguir: desde ropa, hasta un auto, una casa, etc.
Lo segundo es hacer dos listas en una agenda en páginas separadas, priorizando lo inminente, de lo que podría tardar años en concretarse. Una vez se priorice cada meta, estime un tiempo para lograrlo y escríbalo al lado.
Una vez concluya la etapa de proyección, por el reverso de cada página, piense en un plan de acción para lograr lo que se propone, piense en el cómo, cuáles son los pasos a seguir para alcanzar cada meta.
Piense detalladamente en todos los aspectos y luego escriba una evidencia de ello, de modo que ésta le recuerde qué debe hacer, para cuando se le olvide.
Apéguese al plan todo lo que pueda, y si hay inconsistencias o no puede, corrija el plan de acción y siga concretando; no desista. Al cabo de 12 meses, revise qué logró, chulee, y trácese nuevas metas que lo lleven a cumplir las de largo aliento.
Cuando empiece a ver qué ha logrado en cada periodo, su vida tendrá mayor sentido, y mayor será su satisfacción personal. Por favor no espere a enero; si no lo ha hecho aún, hágalo hoy mismo y revísese en junio del 2023.
Lo que no haya podido lograr para esa fecha, reescríbalo en la lista de las nuevas metas y persista hasta asirse a ellas.