En algunas columnas anteriores hice referencia al nivel del futbol profesional colombiano. Esta preocupación cobra especial interés en esta época, debido a la proximidad de las eliminatorias para el mundial del 2026.
Si bien es cierto que los equipos grandes de nuestro fútbol profesional, así llamados por algunos comentaristas deportivos, son los clubes que las más de las veces levantan el trofeo de campeones, también es cierto que en los últimos años no han llegado a fases avanzadas de la Copa Libertadores o de la Copa Suramericana, triunfos que parecieran estar reservados para escuadras de la Argentina o del Brasil, en la mayoría de los casos.
Sin embargo, un avance interesante, lo encontramos en nuestra selección sub 20, que realizó una buena performancia en territorio gaucho, sede de la reciente justa mundialista de dicha categoría. En dicho certamen, la selección exhibió un juego vistoso, alegre e incluso mágico. Infortuna-damente en esta lista de atributos la efectividad no brilló lo suficiente, que en el caso del fútbol se traduce en goles, efectividad que a la postre lleva a los equipos a conquistar campeonatos. Sin ser un experto en esta materia, con el debido respeto, me atrevería a decir que en nuestro futbol se abusa de la lateralización del juego, retardando así la llegada al arco contrario y permitiendo de este modo que la defensa del oponente reorganice su esquema.
No de menor importancia en esta reflexión es lo relativo al cobro de tiros desde los once pasos y desde fuera del área de las 18, cuando la distancia es adecuada para dirigir los tiros al arco; estos cobros deben estar acompañados de potencia y colocación, ya que estos, cuando los encuentros son reñidos, definen los resultados finales.
Con base en lo expuesto, se podría decir que una fuerte fundamentación física, técnica y psicológica conforma una triada esencial para lograr cambios. En la última dimensión, se incluye la autoestima, que a juicio de expertos es vital, dado que constituye la base para lograr el éxito en cualquier actividad humana.
Afortunadamente, parece que se empieza a vislumbrar un nuevo escenario, afirmación que se desprende de los dos últimos y recientes encuentros amistosos de nuestro combinado patrio de mayores, exhibición que estuvo marcada por un juego organizado y efectivo, que le sirvió incluso, para vencer a los teutones, quienes en varias oportunidades han sido campeones del mundo.
Así las cosas, se espera que se conserven estas nuevas estrategias y que éstas tengan impacto al interior de los clubes del fútbol profesional colombiano.