Una pausa en los problemáticos temas nacionales y locales para opinar sobre como a los bugueños nos gusta inventarnos historias que terminan convirtiéndose en leyendas urbanas.
Me refiero, por ejemplo, al supuesto túnel entre la Piedra de Panduro en Altobonito y la iglesia de San Francisco que hacía parte del colegio Académico; o el bronce de una águila que nunca existió y coronaba con las alas extendidas el obelisco que el Concejo Municipal ordenó erigir en 1.910 en honor a los patriotas que ofrendaron su vida por la independencia de Colombia en la batalla de San Juanito, monumento que se ubicaría en el parque de La Victoria o Santa Bárbara, lo cierto es que en el Acuerdo Municipal que dio vida al monumento no aparece por parte alguna la ave en mención.
La última leyenda urbana ya está cogiendo vuelo, como el águila de Santa Bárbara, se trata de un cuento según el cual en el histórico barrio La Merced de Buga existió una capilla doctrinera donde hoy está ubicada la iglesia del mismo nombre, hoy convertida en Santuario por decisión de monseñor Alexánder Matiz Atencio. Continúa el mito diciendo que fue afectada, derruida por el terremoto de 1.766 y hasta el altar de la ermita del Señor de los Milagros fue a parar allí para ser resguardado.
Recordé mis lecturas de la Historia de Buga en la Colonia, de Leonardo Tascón y allí solo se mencionan 4 parroquias: Iglesia Matriz (hoy La Catedral), la Ermita (Basílica del Señor de los Milagros), Santo Domingo y San Francisco. Por ningún lado aparece la tal capilla doctrinera de La Merced, así lo corrobora el estudio realizado por el ingeniero de la Universidad del Quindío, Armando Espinosa B, titulado “El Terremoto de Buga del 9 de Julio de 1.766. Análisis Histórico y Geotécnico” publicado en 1.996 por la revista de la Academia Colombiana de Ciencias.
De modo que no existió esa capilla doctrinera, como tampoco el traslado del Señor de los Milagros y, por supuesto, la iglesia y parroquia de La Merced es una construcción moderna construida a mediados del siglo XX, sirviendo también como convento.