El domingo pasado, cuando protestaba marchando por la calle quinta de Cali, era inevitable no evocar la vida de este joven aspirante a la Presidencia de la República y con muy altas posibilidades de lograrlo, solo que en el fuego cruzado de las diferentes violencias calculadas que se presentan en Colombia, los bandidos lograron superar la casi inexistente protección que el gobierno le había asignado y atentaron contra su vida, malogrando -por ahora, salvo un milagro- una aspiración válida y exitosa.
La escena se vio en cámara lenta, una película repetida con actores diferentes: Galán, Álvaro Gómez y ahora Miguel Uribe Turbay. Una mano poderosa que tiene mil rostros, pero un solo propósito, borrar a quienes les estorban en el camino de hacer de Colombia un narco estado, una nación paria empobrecida y anclada en la retórica imposible de un proyecto político cruel, inhumano, anti natural y anti estético, una Colombia de orcos como Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Hace unos tres meses fui contactado por una asistente de la campaña de Miguel Uribe Turbay, seguramente porque vieron mi historial en el Centro Democrático con los más de dos mil votos que obtuve hace cuatro años, además de mi activismo en las redes sociales, tal vez les pareció interesante contar conmigo en esta campaña, entonces le expresé al Dr.
Miguel de mi distanciamiento del CD, por su equivocada y complaciente relación política con el gobierno del partido de la U en el Valle del Cauca, a mi parecer equivocada y contraria al ideario nacional del uribismo.
Me expresó el Dr. Miguel no estar al tanto del asunto, pero que indagaría sobre el tema y en el entretanto le gustaría que hiciera parte de la campaña. Debo decir, en honor a la verdad, que no quise comprometerme en ese momento, hoy, después del atentado, comprendo las intenciones de los orcos, lo quieren silenciar y, Dios no lo permita, es por la única razón de ser el hombre que estaba recogiendo el sentimiento popular contra el gobierno Petro que día tras día destruye un modelo de sociedad que, pese a todas sus falencias, es de lejos mucho mejor que la corrupción cotidiana del gobierno petrista.