Tanto en las ciencias como en las artes hay seres que, además de ocuparse de su obra personal, se dedican a investigar trabajos que por su calidad y pertinencia se deben ponderar o rescatar del olvido.
Esos buscadores son los que conocemos como “los imprescindibles”. Uno de ellos, es mi amigo Mauricio Ramírez Gómez, quien desde su natal Pereira ha adelantado rigurosas investigaciones sobre importantes autores nacionales y también sobre ilustres desconocidos de carácter regional.
Ya el año que acaba de terminar, al cumplirse cien años del natalicio del poeta Jorge Gaitán Durán, diversas entidades públicas y privadas reconocieron la labor de reflexión e investigación que, sobre el norte santandereano, Mauricio recoge en dos importantes libros: “Un solo incendio por la noche”, publicado por la Casa de Poesía Silva en 2004, y “Jorge Gaitán Durán, un mar que se ignora”, publicado por la Editorial de la Universidad de Antioquia en 2013.
Dentro de la literatura escrita en Risaralda, Ramírez rescata la voz de Lisímaco Salazar Ruiz, de sus publicaciones “El Estro”, “Colombia intelectual”, “Los Derechos”, “Bandera Roja” y de su único libro de poemas, “Senderos”.
Ahora, nuestro amigo nos sorprende con una Colección de Literatura nombrada “Destiempo” que inicia su periplo de rescate literario con un libro sobre Ricardo Sánchez Arenas y sus crónicas, reunidas algunas en un libro de 1937 titulado “Pereira”, donde al autor da cuenta de la historia de su ciudad, destacándose “Pereiranos en Europa” que narra un viaje que un grupo de notables pereiranos hicieron al viejo continente en 1927, pero también incluye otras de su personal andadura por la vida, donde sobrecogen las que tiene que ver con su estadía en Agua de Dios, donde era tratado junto a nuestro más eminente músico, el maestro Luis A, Calvo, del mal de Hansen.
Larga vida a “Destiempo”.