Los vientos de la corrupción se vienen acomodando en Guadalajara de Buga en torno a la construcción de una planta regasificadora y darán origen a una tormenta perfecta, demoledora, porque sus protagonistas están dejando señales inquietantes que apuntan en esa dirección.
Ecopetrol pasó de ser la empresa más exitosa de Colombia, generando miles de millones al presupuesto nacional, a una entidad a la deriva, sus ganancias operativas van a la baja, debido a un pésimo manejo administrativo nacido de las instrucciones anti petróleo y anti gas dadas por Gustavo Petro, así como las constantes investigaciones por corrupción a su director general, el señor Ricardo Roa. Se pasó de ser autosostenibles en producción de gas a ser netos importadores.
En ese contexto Ecopetrol le entregó a la empresa privada Puertos Inversiones y Obras (PUI) a través de su filial Regasificadora de Occidente o del Pacifico la construcción de la planta de regasificación en Buga, pero también el “servicio de recibo, almacenamiento, regasificación de gas natural licuado y la medición, conexión y entrega de gas natural regasificado al sistema nacional de transporte”.
Prácticamente toda la operación de importación de gas. La palabreja MEDICIÓN es la importante para los bugueños, porque de acuerdo a ella sabremos la cantidad de gas que se comercializa y de la misma forma se pagará el impuesto de industria y comercio al municipio de Buga, muchos millones de pesos.
Entonces se empieza a armar la tormenta perfecta y los empresarios se llevan a pasear por Europa y China a concejales y funcionarios públicos, uno tan mal pensado lo primero que se le ocurre es cómo a esta gente se les olvidó la existencia de una Ley de Inhabilidades e Incompatibilidades (136 de 1.994) para castigarlos si se comprueba la obtención de prebendas, canonjías, regalos, paseos, por cuenta de su condición de secretario de Hacienda o concejal, porque de no tener esos cargos ni a la esquina los llevan.
El primero proyecta los impuestos y los segundos lo aprueban. Para terminar de armarse la tormenta, es la corrompida y sobornadora China comunista la encargada de construir la planta de Buga.