Las cosas por su nombre. Las elecciones regionales fueron una derrota para el Pacto Histórico (PH) y el progresismo en Colombia. Lo que sí no es cierto es que haya sido un plebiscito contra el presidente Petro, pues lo común es que en las locales son electos candidatos contrarios al gobierno nacional. Además, mientras en los territorios juegan más el clientelismo y la corrupción, la opinión pesa más en las nacionales.
Y para lo acaecido recientemente, a pesar de que la derecha se sostuvo en sus fortines burocráticos (no recuperó ningún poder, y, al contrario, en comparación con 2019 la derecha se vio desplazada por la centro-derecha) y el PH logró conquistar municipios y departamentos que no tenía por la sencilla razón de que debutaba, es innegable que después de los casi 12 millones de votos de las presidenciales del año pasado se esperaba, por lo menos, ganar algunas capitales importantes. No fue así.
Y no lo fue debido a unas causas externas al PH, y otras internas en él. Las externas son indudablemente los ataques de las élites del país que se resisten a perder sus privilegios y utilizan principalmente sus medios corporativos de comunicación para enlodar toda actuación del gobierno. Las internas, en clave de autocrítica, podrían ser tres: I) los yerros de la presidencia con medidas mal recibidas (y comunicadas) como el alza de la gasolina, la reforma tributaria y la pensional, y hasta la incontinencia verbal de Petro por ¨X”; II) el caos del PH en la entrega de avales a los candidatos por los egos parlamentarios, y la mal sana convivencia de tantos partidos y movimientos de izquierda, la mayoría insignificantes electoralmente; y III) la actitud infantil y nociva de tanto militante que por razones diversas al no serles otorgados avales en las condiciones privilegiadas que pretendían, se inscribieron por otros partidos pero no dejaron de mostrar su inconformidad boicoteando al PH públicamente en plena campaña.
¿Significa esto el fracaso del gobierno del cambio? Claro que no, pues como lo dijo Gustavo Bolívar, al igual que a López Obrador en México, cuando se comiencen a ejecutar los recursos de las tributarias la percepción general cambiará para bien del PH y del país. Entre tanto, tiene que tomar los correctivos urgentemente, comenzando por crear un solo partido político del PH. Este mandato, seguro, marcará historia.