El fútbol congrega a miles de aficionados en diferentes partes del mundo; en una frase que se atribuye a Jorge Valdano: “El fútbol es la cosa más importante entre las cosas menos importantes”. Así las cosas, en Colombia los hinchas, cada semana, con fervor siguen por televisión los partidos de la liga del futbol profesional.
Por supuesto, muchos también asisten a los estadios para disfrutar de estos eventos de manera directa. A nivel orbital, los amantes del futbol de nuestro país y de otros territorios, siguen por televisión los encuentros futboleros que se celebran en Italia, España, Alemania, entre otros, así como también los partidos que hacen parte de la Champions league o de la Europa league, torneos organizados por la UEFA. Desde luego, merece especial consideración el campeonato mundial, que se realiza cada cuatro años y que en meses recientes fue ganado por Argentina en suelo catarí. Como es de suponer y como en efecto se ha evidenciado, en estos encuentros se funden los colores de las banderas de los países participantes y se estrechan los lazos de unión de sus habitantes, en una clara apología al deporte de las multitudes.
En todo caso, a lo largo de la historia, los honores y el fervor parecían ser provocados por el balompié masculino. Sin embargo, en años recientes, tales atributos también se han empezado a dirigir a las damas, quienes con fuerza y ganas dedican su tiempo y energía a la práctica del fútbol. Por ello, términos como garra y entrega, ya hacen parte también del repertorio femenino del balompié, otrora propios de la práctica de este deporte por parte de los hombres.
Siguiendo esta idea, cabe resaltar el maravilloso papel que viene desempeñando nuestra selección femenina en el campeonato mundial de este deporte, que en la actualidad se celebra en Australia. En efecto, el reciente triunfo ante la selección teutona, ha sido una de las grandes hazañas de nuestras connacionales. Ha de notarse que las alemanas, en más de una vez, se han coronado campeonas del mundo, siguiendo la ruta de la selección masculina, que en varias ocasiones ha conseguido dicho galardón. Sea entonces esta columna, una voz de reconocimiento a las damas que integran el combinado nacional, quienes, con su entrega y perseverancia enaltecen el nombre de la patria y, a la vez, están marcando la ruta de un estilo de vida sano y productivo para las chicas que gustan de esta disciplina.