En el momento de la creación, nos dice el libro del Génesis, Dios tomó una costilla del hombre y de ella formó a la mujer, la formó con la misma dignidad que al hombre, con los mismos derechos y porque no, con los mismos deberes. Sin embargo, a través de la historia el hombre, el varón se ha tomado sobre sí, el derecho de subyugar, esclavizar, cosificar a la mujer convirtiéndola en sirvienta, empleada o instrumento de placer sexual.
Gracias a Dios han surgido diversos grupos en el mundo que han permitido que la mujer tome su papel dentro de la sociedad y se libere de esas cadenas para desarrollarse no solo como mujeres sino como madres, como esposas, como profesionales, en todos los campos del saber, incluso ocupando cargos de tanta trascendencia como Margareth Thatcher en Reino Unido, Ángela Merkel en Alemania, Michelle Bachelet en Chile y así otras tantas que han ocupado altos cargos demostrando que tienen muchas capacidades y que pueden hacerlo incluso mejor que muchos de nosotros los hombres.
Por eso, duele en el alma ver las situaciones que se presentaron en los últimos días, donde una modelo Web cam se paseó semidesnuda atada con una cadena al cuello y llevada dizque por su novio por todas las calles de Medellín como si fuera un perro ante la mirada atónita de los transeúntes y la aberrante canción de un dizque artista de reggatón (género que se ha caracterizado por dejar a la mujer por el suelo) donde trata a las mujeres de perras y donde el video muestra exactamente la misma imagen de la mujer de la capital antioqueña.
La mujer merece ser respetada, valorada y eso no solo nos toca a los hombres que tenemos esposa, madre, hermanas, hijas y mujeres a nuestro lado, sino también por parte de las mujeres que a través de sus valores y de su inteligencia tienen que mostrarle al mundo que son mucho más que un simple cuerpo de modelo y que deben ver en la virgen María el verdadero ejemplo de mujer.