Uno de los grandes placeres que nos da la vida es la posibilidad de leer, sentarse cómodamente a disfrutar de un buen libro es perderse por completo en mundos maravillosos, en personajes llenos de vida, en ambientes fantásticos, que nos permiten soñar y sentir que, estamos viviendo momentos sorprendentes.
Sin embargo, este placer de disfrutar de libros maravillosos se ha visto opacado por los medios de comunicación social que nos transmiten una serie de antivalores que van permeando la sociedad y nuestros ambientes culturales.
¿Qué enseñanza puede dejar en nuestras generaciones las narco novelas, los realitis, las novelas cursis donde la historia se repite miles de veces?
Y aun más, gran dificultad tenemos hoy los maestros que queremos orientar a nuestros estudiantes en la lectura cuando el internet, las redes sociales los han invadido por completo y les ha quitado el más mínimo deseo de leer, solo ven los avisos de Facebook, de Instagram, los tik tok, los mensajes de whatsapp y en fin, toda la basura que estas redes sociales votan por doquier, lo que ha llevado, según estudios recientes, a que nuestros jóvenes pierden la concentración, el deseo de estudiar, su autoestima y sus valores fundamentales y que mas bien piensen en ser “influencer” donde haciendo el ridículo y hablando estupideces encuentran cientos de pares que alaban sus porquerías y al darles like a sus videos llenan sus bolsillos de plata, lo que los hace “ejemplo” para ellos.
Este placer de la lectura tiene que empezar por nosotros los adultos, los cuales tenemos la obligación de dar ejemplo, es necesario sentarnos con nuestros hijos a leer, dejar a un lado el celular para disfrutar de cuentos, historias y narraciones extraordinarias que seguro ayudarán a que, desde niños, nuestros jóvenes tengan amor por la lectura.
Volvamos a tomar un libro, leamos en familia, disfrutemos el placer de la lectura que seguramente llenará nuestros ambientes de sabiduría, cultura y nos desharemos de tanto basura que hay en los medios de comunicación y en el internet.