El celular se ha convertido en otra extremidad del cuerpo para los más adictos, creo que son herramientas útiles, pero veo que existe cierto abuso. A mi alrededor observo a todo el mundo completamente conectado y constantemente pendientes del aparato. Cuestiones que pueden resolverse en un par de minutos con una llamada, se demoran un largo tiempo mirando un listado de mensajes, que incluso pueden generar un malentendido, por la mala ortografía y la mala redacción.
Y por todo eso hay momentos en que me siento sola y pierdo el deseo de reunir a mis seres queridos, porque cuando estamos tratando un tema en familia y miro de reojo, encuentro que lo que estoy diciendo no tiene mayor importancia para mis oyentes. Entonces decido quedarme callada y nadie se da por enterado.
Creo que las redes sociales están contribuyendo a acabar con las relaciones personales y la sana comunicación. Allí podemos saber lo que hace todo el mundo, dónde comen, a dónde viajan, cuándo se separan… Definitivamente un cambio cultural que estamos viviendo.
Cuando voy por la calle Sarmiento y veo a todo el mundo pegado a la pantalla del teléfono, me da pena. Me da la sensación de que la gente no descansa su mente, no para de mirar cosas. El Facebook y el Instagram se me asemejan a las tragamonedas, porque todo el tiempo es pensando qué voy a atrapar, qué voy a encontrar allí. Veo como esa inmediatez de internet al final se convierte en una obsesión o una adicción mirando todo el rato el móvil a ver si tienen un mensaje nuevo, o si se están perdiendo de algo o averiguando la vida de los demás para criticar, Y qué me dicen de los niños, crecen y cambian de intereses en un abrir y cerrar de ojos. Sin darnos cuenta, un día descubrimos que el osito de peluche, las muñecas y los carritos de bomberos que solía acompañar a nuestros niños en noches temibles y oscuras, fue reemplazado por su teléfono celular. Ahora casi todos los muchachos duermen con su teléfono celular en la cama. Es un aparato que nos permite mantener conectados las 24 horas, tomar fotos, videos, escuchar música, ver shows, cualquiera creería que los celulares se han convertido en una especie de extensión del cuerpo.