Y a el Presidente acostumbró a los colombianos a soñar, en sus tres años de gobierno, arrojando la “pelota” al ruedo de la política, los gremios y medios de comunicación, en donde se inicia un debate generalizado y pluralista que, en más de una ocasión, no ha conducido a ninguna parte, solo a profundizar la polarización existente que no hace bien a nadie ni mucho menos a la democracia.
Ahora, en medio del discurso al sancionar la ley de reforma laboral, lanza la idea de revivir la empresa de telecomunicaciones, Telecom, de grata recordación y que dejó huella imborrable a lo largo y ancho del territorio colombiano.
Es un desafío político y financiero de enorme trascendencia, mediante el cual se intenta recuperar la infraestructura digital del país y fortalecer la soberanía tecnológica, según lo anunció al manifestar que se quiere manejar toda la fibra óptica de Colombia y su conexión con San Andrés, Europa, Norteamérica, el Este Asiático y China que, a primera vista, es un imposible por el tiempo que le queda de su mandato y la inmensa cantidad de trámites, alianzas, acuerdos que se deben realizar y más aún cuando estamos desde ahora en campaña para las elecciones del próximo año.
A pesar de todo, la propuesta ha tomado fuerza, si se tiene en cuenta que la conectividad está asociada al desarrollo económico y social y con la idea central de llevar la tecnología de las comunicaciones a los sectores más apartados del país tendiente a elevar el nivel educativo y de vida de los campesinos que han permanecido ausentes de las nuevas realidades modernas que trae la tecnología.
El primer mandatario explicó que se podría transformar a Internexa,una filial de ISA y parte del Grupo Ecopetrol a través de una decisión estratégica que consiste en desprenderse de la participación accionaria en Telefónica que es del 33 por ciento y como esta última es de los españoles y Telecom del gobierno, pero no tiene poder decisorio, entonces se propone vender las acciones que se tienen en Movistar para fortalecer a Internexa y convertirla en Telecom que significa apartarse definitivamente de la empresa privada para hacerse al manejo de una nueva red pública que sería estatal.
Telecom fue creada en 1947 y alcanzó a hacer presencia en más de 800 municipios y logró posicionarse en un momento determinado como la mejor empresa nacional, pero la corrupción carcomió sus bases sólidas en la década de los años noventa y así fue vendida en el gobierno del expresidente Uribe a Telefónica de España.
De otro lado, Telecom no pudo adaptarse a la moderna competencia de las comunicaciones que trajeron las compañías extranjeras disminuyendo en gran medida el monopolio que tenía la empresa estatal y fue así como se liquidó entrando el año 2000 por el gobierno de Uribe Vélez, dejando atrás los afectos de la mayoría de los colombianos, pero salvando el patrimonio nacional.
Ahora bien, la reconversión de esta operación está por verse, porque implica muchísimos pasos difíciles y acuerdos políticos y financieros de gran envergadura, que deben estudiarse a paso lento, pero nunca a las carreras, como parece ser el propósito del actual gobierno. Aún es muy rápido para sopesar los pro y contra de tamaña negociación, que esperamos sea tenida con cautela, responsabilidad y ajena a todo interés ideológico y politiquero.