Son tus hijos iOh tierra! Varones, rebeldes y fuertes, tenaces, reza uno de los versos del himno de Tuluá, frase que acogiéndonos a los términos de hoy le podríamos agregar resilientes y que en esencia resume lo que somos los tulueños, bien sea nacidos en estas tierras o acogidos en su regazo.
La frase con el término añadido, es una abierta invitación a no llorar más sobre la leche derramada, a levantarnos para empezar de nuevo, pues seguir en la misma tónica en la que estamos sería condenarnos al fracaso.
Indudablemente los difíciles momentos acaecidos el pasado 10 de febrero impactaron fuertemente las bases del municipio y el temor que se hizo generalizado, subsiste en muchos sectores y se refleja en la soledad de las calles y el frenazo en seco que hoy viven los comerciantes de diferentes productos en sus ventas.
Es claro que la institucionalidad representada en el gobierno nacional, regional y local, con el apoyo de las fuerzas del Estado, deben seguir adelante con la intervención que permita de una vez por todas neutralizar las organizaciones delincuenciales que azotan a Tuluá y la región, pero a la par de esas acciones es clave que se trabaje en un plan de acción que motive nuevamente la inversión en este territorio, que reactive la economía, puede ser a través de incentivos tributarios que motiven a creer en lo que ofrecemos y ante todo que le devuelva la esperanza a esta tierra llena siempre de oportunidades.
Hoy se hace necesario que el gobierno de turno, instituciones como el Concejo Municipal, la Cámara de Comercio, Fenalco, la academia con la Uceva a la cabeza, la iglesia en todas sus denominaciones y claro está, los medios de comunicación, trabajemos en voltear la página y cambiar el mensaje de caos y desesperanza que estamos enviando al país, por uno que potencie este territorio, sus bondades y las múltiples posibilidades de inversión que posee.
Seguir trabajando en transitar por callejones sin salida tiene consecuencias funestas para el futuro del municipio y la región, pues como bien lo apuntara de manera jocosa el alcalde de Bugalagrande ante la comisión de la Procuraduría: “Si a Tuluá le da gripa a los pueblos vecinos les pica una pulmonía” pues el peso que tenemos en el contexto comarcano es innegable.
Valoramos el acompañamiento que la fuerza pública, representada en nuestra Policía y el Ejército Nacional, ha hecho y la lucha frontal contra delitos de alto impacto como la extorsión y el homicidio, pero estas tareas deben estar acompañadas de una agenda que trabaje en la reconstrucción del tejido social, que ataque la desigualdad persistente en los territorios para zafar así de las garras de la delincuencia a los niños y jóvenes que hoy día los instrumentaliza para llevarlos por la dolorosa senda del delito.
Es momento de levantarnos, de mirar al frente y darnos cuenta de lo que somos y valemos, lo que podemos brindar como cabeza de esta gran región del país, un municipio con ciudadanos que no se amilanan ante las crisis y que como lo hemos hecho en el pasado lejano y reciente saldremos avantes, pues se podrá perder todo menos la fe y la esperanza, dos palabras que están ligadas a nuestros genes como escudos en manos de guerreros siempre dispuestos a dar la batalla, entendiendo que Tuluá siempre estará por encima de cualquier interés personal o político y por ende trabajar por su recuperación es tarea de todos.