Nada más palpable de la falta de gobierno que la crisis climática y los incendios forestales que tienen en ascuas una incalculable cantidad de territorios en más de 980 municipios declarados en alerta roja ante la escasa respuesta de los organismos responsables, que ha obligado al presidente de la república a pedir auxilio a varios países, entre ellos, Chile, Perú, Canadá y Estados Unidos.
Lo que tiene indignados a los colombianos es la tardía reacción oficial ante el fenómeno que había sido anunciado con suficiente anticipación y no se explica de ninguna manera, el recorte presupuestal gigantesco a las instituciones mismas encargadas de responder a esta emergencia que parece salirse de las manos, tales como la Dirección del Cuerpo de Bomberos, la Defensa Civil y la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres.
Es inconcebible tamaña equivocación que se suma a no pocas, como la pérdida de la sede para los próximos Juegos Panamericanos,la tardanza en la designación de director en propiedad del INVIMA, el rifirrafe entre los ministros, los escándalos de la campaña electoral, la lejanía con los alcaldes y gobernadores no alineados con el gobierno de turno y por supuestos, una verdad de a puño, como es la inseguridad nacional.
Estamos viendo estupefactos las pérdidas incalculables por los permanentes incendios que arrasan con los bosques y causan daños gravísimos al medio ambiente, la fauna y la flora, que tardarán años y años por reponerse.
Dan ganas de llorar ver a cientos de animales quemados que son salvados por los cuerpos de socorro y a duras ´penas llegan con vida a un centro asistencial.
No se puede ahora, escudarse en los alcaldes y los gobernadores, para justificar tanta imprevisión, tanta desidia, tanta demora, es imposible creer lo que estamos viendo, la muerte rápida de la naturaleza, por errores garrafales del gobierno que recorta los recursos precisamente a los que más lo necesitan, mientras que despilfarra en arrendamientos de edificios en Bogotá para el ministerio de la Igualdad y en el exterior, dizque para atraer la inversión extranjera. Y lo que jamás se había imaginado el pueblo, que desde ahora el propio mandatario del país, inicie la campaña electoral, si ni siquiera ha empezado a gobernar, salvo los anuncios y más anuncios de cambio, que no se ven por ningún lado.
En qué tierra se va a sembrar, si los incendios la están acabando a pasos agigantados y los integrantes de los organismos que deben dar respuesta adecuada, eficaz y rápida, no lo pueden hacer porque no tienen los recursos suficientes. Hay incendios en los cuatro puntos cardinales y la sequía amenaza ríos y afluentes sin misericordia,de tal manera que se aproxima un racionamiento inevitable, que por supuesto, traerá peores consecuencias a la población y todo obedece a la ausencia de gobernabilidad.
Si se secan los ríos, de ¿dónde van a sacar el agua para apagar los incendios? Atravesamos por una crisis climática nunca antes vista, el llano está en llamas, como el cuento de Rulfo, y el llanto de los inocentes es cada día más fuerte.