Se endurecen las penas; existe el llamado Código Rosa; se activa la ruta de atención; también, al menos en el Valle del Cauca, se cuenta con casas de acogida, en fin. Pero hasta el momento nada de esto ha servido para que se disminuya la violencia de género en Colombia.
Con todo esto se está demostrando que la raíz de este flagelo va más allá de todas esas medidas que se toman desde el alto gobierno, pasando por los territorios y los municipios.
Podríamos decir que es un tema de salud mental y por qué no, podríamos estar ad portas de una debacle en tal sentido si siguen creciendo esos casos. Pero es que esas acciones son consecuencia de múltiples factores que, seguramente, las rutas y las acciones para prevenir, no contemplan.
El comandante del Segundo Distrito de Policía, teniente coronel Nicolás Guillermo Suárez Plata, en entrevista con El Tabloide, pronunció una frase que es lapidaria, “de un caso de violencia intrafamiliar a un feminicidio solo hay un paso”.
Lapidaria si tenemos en cuenta que las tentativas de feminicidio han aumentado y más aún los casos de violencia intrafamiliar en la región, infortunadamen-te, van en aumento.
El año anterior se habían registrado en los primeros meses del año, según estadísticas de la Policía, 107 casos de violencia intrafamiliar, mientras que este año, esos números son inmensamente superiores, 249.
De ahí que el problema esté en casa prácticamente, se convive con él, en una relación diaria de miedo, zozobra y terror. Jóvenes mujeres, niños o damas adultas, que no saben en qué momento estallará ese ‘volcán’ lleno de furia y arremete contra ellas.
Pero también preocupa que cada vez son más los hombres jóvenes quienes están llenos de ira. Los casos que se reportan a diario en los boletines policiales dan cuenta de cómo en casos de violencia intrafamiliar e intentos de feminicidio los tristes y desalmados protagonistas son hombres menores de 30 o 35 años de edad.
Este, sin duda, reitero, es un problema de salud mental, que el Estado, llámese gobierno nacional, territorial o municipal, debe tomar acciones concretas porque esta partida hace rato que se está perdiendo.