Medios corporativos y algunos alcaldes como el de Cali, Bogotá y Medellín, dicen que Colombia tiene una crisis con USA. Pero es al revés, es el gobierno gringo de Trump el que nos planta problemas, y también a México, a Brasil, a Panamá, y hasta a potencias como Canadá y China.
Quieren robarle Groenlandia a los daneses, y limpiar étnicamente al pueblo palestino, mientras se largan de la organización Mundial de la Salud, de la UNICEF, y de todo el multilateralismo que tanto costó construir desde la última guerra mundial para preservar el planeta. Es fascismo disfrazado de libertad.
Y sucede que algunos países dignos se le paran al imperio, defendiendo su soberanía, y sobre todo su dignidad. La cuestión es que no faltan quienes haciendo oposición como derecha aplauden las medidas arbitrarias de Trump que afectan sus naciones, al estilo cipayo cuando en la colonia los indígenas apoyaban al invasor colonial, porque los que les importa es estropear a sus gobernantes progresistas como ocurre en Colombia.
Lula y Sheinbaum presentaron nota de protesta por las deportaciones indignas y la subida de aranceles, pero Petro hizo de madrugada un trino que tiene mas de 40 millones de vistas y acá el uribismo, y el vargasllerismo junto al extremo centro lapidaron al presidente calificándolo de delirante y vicioso.
Contra Petro las formas valen mas que el fondo, como ocurrió con un Concejo de ministros televisado en señal abierta en aras de la transparencia y la democracia, pero se quedaron con las peleas de todo gabinete, mientras el mundo entra en fase crítica de no retorno.