Entre ajetreos, cambios de última hora y la adaptación a las nuevas circunstancias, el personal médico merece un capítulo aparte por su labor y dedicación en la pandemia.
En esa firme convicción por salvar vidas y ser parte de esa primera línea que, como se veía en las noticias, en un principio fue merecedor de felicitaciones y aplausos por sus horas interminables de trabajo, pero luego, infortunadamente, se convirtió en víctima de discriminación, amenazas y represalias.
Esta realidad motivó al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Cruz Roja Colombiana y la Cruz Roja Noruega a unirse para fomentar el respeto por todas estas personas y que se visibilice su importante rol en nuestra sociedad.
Además de hacer una firme invitación para que todas las personas se sumen al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja con su campaña “El mundo está al revés”, que tiene como objetivo crear conciencia sobre la realidad de la misión médica en las sociedades, y qué mejor que dándole la vuelta al mundo.
En esta iniciativa, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Salud y Protección Social, al cual la Clínica Universidad de La Sabana se sumó para recordarle a la sociedad civil que “el personal médico también tiene familia, sueños e incluso miedos, y que son seres humanos como todos y que merecen respeto. Y hacer un llamado para volvernos coherentes con todo lo que pasa con ellos”, dice Juan Guillermo Ortiz, director general de la clínica, quien además explica que eso permite que la sociedad sea más justa y solidaria.
Pues entre 2019 y 2020 se registró un aumento del 20 % en los ataques al personal de salud, instalaciones y vehículos sanitarios en Colombia.
Situación que hace pensar realmente que “el mundo está al revés”, porque no se cuida a quienes nos cuidan y hace falta reflexionar qué pasaría si los médicos no hicieran su labor.
En entrevista para El Espectador, el doctor Juan Guillermo Ortiz habló de la campaña “El mundo está al revés”, los mitos que se gestaron para las represalias contra los médicos y esa nueva realidad a la que se enfrenta toda la sociedad.
¿Por qué es importante para ustedes sumarse a esta campaña?
Primero, como médicos nunca pensamos que viviríamos una pandemia y tampoco estábamos listos para ello.
Pero en esta realidad que se nos presentó, lo que vimos fue la vocación por el trabajo y esa responsabilidad de salvar vidas. Pero algo que nos impactó fue ver cómo muchas personas empezaron a tomar represalias y no valorar lo que se estaba haciendo.
Entonces sumarnos a la campaña es también para hacer un llamado a valorar esas vidas y la labor del personal médico que lo ha dado todo y ser más agradecidos con ellos, porque han hecho muchos esfuerzos.
¿Cómo cuáles?
En Colombia, las personas dan por sentado que todo es un derecho y dejan a un lado sus deberes, y en las pandemias o situaciones de dificultad sale lo mejor o lo peor de los seres humanos.
Esto lo menciono porque el personal médico se enfrentó a tiempos de trabajo extensos, el dejar de ver a sus familias para cuidarlas y exponerse a los peligros propios de su labor, pero además tuvo que soportar el irrespeto de pacientes y comunidad civil contra ellos.
Entonces es hacer una reflexión sobre el respeto y la dignidad de la persona, y eso empieza por cuidar a quienes nos cuidan.
Esas agresiones y amenazas también se dieron por falta de información, nos puede explicar.
Muchas personas creían, espero ya no, que el personal médico salía con el virus en la cabeza a contagiar a otros y eso no es cierto. Por ejemplo, nosotros en la Clínica Universidad de La Sabana le dimos a todo el personal el traje de Mayo, prenda quirúrgica para hacer su turno y a la hora de salida ellos pasan por una sección para quitarse adecuadamente este traje, ducharse e irse refrescados, más tranquilos y tener menos posibilidades de llevarle el virus a su familia.
Entonces, mientras los cuidábamos a ellos, implícitamente también a la sociedad. Y doy un dato importante, hemos visto que el 40 % de los trabajadores de la salud que se han infectado no han sido en los hospitales, sino en la comunidad, en reuniones con los amigos, una fiesta o en alguna otra celebración.
Tomado de EL ESPECTADOR