Tal es el temor que los jóvenes prefieren irse, alejarse de su familia y buscar una vida lejos donde puedan ser libres. Este es el caso de Nas Mohamed, el primer qatarí en declararse públicamente gay e irse, así, en contra de las leyes y tradiciones de su país natal, al que nunca volvió.
Mohamed narró que fue hace alrededor de 10 años que tomó la decisión de hacer público que era gay, desafiando toda una cultura que, cuando era solo un niño, lo reprimió sin darse cuenta, pues contó que no sabía qué era lo que sentía y no había una forma de informarse o educarse al respecto.
“No tenía una palabra para describir lo que sentía, crecí en una zona rural de Qatar, con una familia muy tradicional y donde no se habla de sexualidad ni siquiera entre personas heterosexuales”, expresó.
A medida que fue creciendo se dio cuenta y aceptó que le gustaban los hombres; sobre sus 20 años, la edad en la que las familias empiezan a hacer propuestas matrimoniales, tuvo que tomar una radical decisión, pues no se quería casar con ninguna mujer.
Viajó a Estados Unidos y fue en 2011 cuando pidió asilo político porque en su país “las personas LGTBI no son toleradas”. En 2015 conoció a alguien y empezó una relación, llamó a su familia y les contó que era gay, lo que describió como “el principio del fin”.
Según detalló, “no reaccionaron bien” a la noticia, porque además les dijo que no volvería nunca a Qatar. Su mamá fue la más afectada, pues incluso llegó a pensar que a “su niño se le había pegado una costumbre occidental”.
Nas Mohamed actualmente vive en San Francisco, Estado Unidos, y no tiene ningún contacto con su familia. Hoy en día es doctor de profesión y defensor de los derechos de la comunidad LGBTI para su país.