En el Congreso está tramitándose una iniciativa en sentido y por eso, se hizo una audiencia pública para escuchar voces a favor y en contra de la regulación de la marihuana.
Sin embargo, el debate de fondo quedó opacado por varias declaraciones que se dieron en la jornada como la revelación de Susana Boreal, congresista del Pacto Histórico, y su consumo diario de marihuana.
Pero además, un activista cannábico también se convirtió en noticia porque se paró en el atril del recinto para decir que “los marihuaneros somos los que vamos a hacer las leyes en Colombia”.
Sus declaraciones han generado múltiples críticas y un revuelo en redes sociales, donde se preguntan si esa es la argumentación de fondo de quienes quieren regular la marihuana en Colombia.
Se trata de José Miguel Quintana, un reconocido activista en asuntos del cannabis, quien tuvo la oportunidad de argumentar su postura, pero solo atinó a lanzar tan destemplada frase.
“Yo vengo a representar a los marihuaneros porque soy marihuanero hace 22 años. Fumo bareta todos los días y nunca he tenido que robar a nadie. Hemos sido víctimas del atropello por el crimen de querer fumar[nos] un bareto en paz”, dijo Quintana.
Su mayor defensa para regular el cannabis de uso adulto en Colombia es que existe “una comunión con la planta sagrada” y que ese derecho se debe respetar en Colombia.
“Los marihuaneros somos los que vamos a hacer las leyes en este país, les guste o no a los gremios. Les guste o no a los indígenas. Somos nosotros los de la calle los que haremos las leyes”, dijo enfáticamente.
Quintana señaló que Colombia está en mora de regular el uso de la marihuana y pidió al Gobierno Petro no criminalizar a quienes fuman en las calles. “Quiero exigir que en este proyecto de ley se tenga en cuenta a los presos por marihuana en Colombia y en el exterior porque hay presos por ese asunto. Exigimos ese tema porque no debe haber detenidos por fumar marihuana”.
La audiencia pública resultó desdibujada por este tipo de declaraciones que opacaron la argumentación del debate. Los congresistas resultaron sorprendidos por este tipo de argumentos, pero prefirieron no decir nada porque se trata de un evento público.