Pero su diario caminar rumbo al colegio lo puso de frente a los sonidos que provenían de la escuela de música en el barrio San Antonio del Prado y fue así como a sus 14 años la vida lo puso en el lugar que le había reservado y no era otro destino que la música.
Aunque llegó pensando en tocar el violonchelo, la estatura y el porte físico hizo que el profesor le indicra que lo suyo era el contrabajo, un instrumento musical de cuerda frotada de tesitura grave que cumple un papel fundamental en las orquestas.
DATO: A los 14 años inició su camino en el arte, dejando de lado los dibujos y fue atrapardo por las cuatro cuerdas y un arco
A pesar de no ser el instrumento que había proyectado, el amor por el contrabajo se convirtió en algo inseparable.
Para Zorrilla Ramírez, el contrabajo es un instrumento esencial en las orquestas, pues es la base armónica y rítmica que le da vida a los aires musicales.
Un nuevo camino
Tras culminar sus estudios de secundaria, el artista bugalagrandeño y luego de dos intentos logró ingresar a la facultad de música de la Universidad de Antioquia, donde inició un nuevo camino y el que lo enrutaría por la senda que transita hoy.
Su formación académica lo llevó a la Orquesta Filarmónica de Medellín, agrupación que le permitió potenciar su habilidad para tocar el contrabajo y que le permitió hacer parte de la Filarmónica Joven de Colombia, enriqueciéndose con las experiencias y vivencias de otros músicos del país.
Un salto de calidad
Para Yadilton el hacer parte del mundo de la música clásica le ha representado someterse a una inquebrantable disciplina, la que asumió desde los 14 años cuando ingresó a la escuela de su barrio y que ha mantenido durante los últimos 15 años y que le permitió hacer parte de la Orquesta Filarmónica de Medellín, la Fundación Amadeus, la Filarmónica Joven de Colombia, la Youth Orchesta of the Americas, la Academia Internacional Teatro del Lago y la World Youth Orchesta, entre otras y que le han dado los insumos para ratificar su pasión por el arte y de manera especial de la música clásica.
Países como República Dominicana, Haití, Jamaica han sabido de las habilidades de este joven que se define como un paisa-valluno, pues, aunque nació en Bugalagrande su niñez, su juventud la vivió en Medellín, pero gracias a su familia cada año está en su pueblo natal por lo que sus raíces están intactas.
De Japón a Viena
No cabe duda que en el trasegar musical de Yadilton el haber hecho parte en tres versiones consecutivas del Pacific Music Festival, en Sapporo, Japón, le abrió las puertas del gran sueño que hoy vive al llegar a Viena, capital de Austria, una ciudad cuna de los más grandes exponentes de la música clásica.
Yadilton describe la experiencia en la capital austriaca como la mejor época de su vida, pues es el sueño que cualquier músico de orquesta desearía cumplir, puesto que no es fácil tocar con orquestas de primer nivel e incluso con una de las mejores del mundo como lo es la Filarmónica de Viena.
En la actualidad cursa la maestría y su gran apuesta es lograr ser contratado por una orquesta en propiedad, pues por estos días trabaja de manera ocasional cuando es llamado de alguna parte.
Aunque tiene ofertas en Colombia, prefiere quedarse pues si de algo está seguro es que Viena, es su lugar en el mundo, pero eso sin dejar la alegría del vallecaucano y la tenacidad de los paisas. La mezcla perfecta.