Desde hace 30 años Julián Alberto Grisales Galvis, un sevillano de pura cepa, se interesó por el mundo de las hormigas, pero en especial las que hacen parte del género Atta o también conocidas como arrieras.
La pasión que lo llevó a conocer cada detalle de estos insectos, originarios de América, le surgió en plena adolescencia.
Recuerda que cuando iba de vacaciones a la finca de sus abuelos en Cerro Azul, le llamó la atención cómo los diminutos animales dejaban las plantas de maíz, el café y otras especies sin hojas en un santiamén.
“Yo empecé hacerle seguimiento y de manera paulatina me interesé porqué actuaban así, dónde radicaba su poder depredador y sin pensarlo me convertí en un apasionado de la mirmecología, ciencia que estudia el mundo mágico de las hormigas” precisa.
Tesis laureda
Su afán por aprender más sobre el tema lo llevó a la Universidad Libre, donde adelantó estudios de ingeniería ambiental y dado el conocimiento que tenía sobre la materia, elaboró su tesis de grado con base en el mundo de las hormigas Atta o arrieras y la misma fue laureada por el equipo calificador del claustro universitario. Ese fue sin duda el punto de partida para continuar buscando respuestas sobre estos insectos pero, a la vez, contribuir a su control de una manera ecológica y no invasiva, alejando los tóxicos de las áreas de cultivo.
Indagando, escuchando y viendo experiencias empezó a desarrollar una serie de productos con elementos que todos los campesinos tienen en sus parcelas y viviendas logrando resultados positivos que hoy se evidencian en Sevilla y en diferentes regiones del país, e incluso en el exterior, a donde es invitado constantemente para dictar conferencias y talleres prácticos que le han merecido ser reconocido como un experto y que incluso llevó a que algunos lo bautizaran como el doctor hormiga.
Para este profesional que se siente orgulloso de su ancestro campesino, lo más importante es haber logrado involucrar en esta tarea a los agricultores de su pueblo natal y del país en general aplicando una práctica sana, libre de agentes contaminantes apuntando a la preservación del planeta.
Con un enfoque particular en el género Atta, Grisales ha desarrollado una amplia experticia que lo ha llevado a destacarse como uno de los principales conocedores en Latinoamérica. Su trabajo ha sido reconocido a nivel nacional e internacional, y ha recibido distinciones como el Premio Caracol al Medio Ambiente.
Un hijo que crece
Fruto del trabajo que ya completa tres décadas y de perfeccionar las fórmulas caseras, el ingeniero Grisales Galvis ya tiene en el mercado de la región y el país un producto 100% orgánico de nombre K/tabión, elaborado a base de hongos ento-mopatógenos, micopátogenos, atrayentes naturales, hongo madre de las hormigas y pectina.
“Ha sido un trabajo que ha tomado años de práctica, ensayos, horas de desvelo para entregarle a los campesinos un producto que no contaminen sus suelos, nacimientos de agua, el aire y la integridad física, que es lo más importante” dice el profesional que llegó a la fase semifinal de los premios Awards 2022 siendo el tercer concurso en el que este proyecto llega a las últimas fases.
“Eso es gracias a la confianza que genera nuestro producto y la eficacia del mismo” dice el profesional al tiempo que señala que los desafíos son constantes, pues la agricultura cada día requiere fortalecer el componente orgánico para ponerse a tono con los mercados verdes que hoy mueven al mundo.
Dato final
Las hormigas arrieras son insectos sociales que cortan hojas para cultivar hongos, de los cuales se alimentan, siendo el principal herbívoro del Neotrópico. Pueden causar graves pérdidas económicas.