Por esa razón, logra hacer varios giros sobre el eje de su pie y luego otros saltos elegantes, que ejecuta con cierres que terminan en distinguidas posturas.
Este video, que llegó a la vista de las directivas de la American Ballet Theatre de Nueva York, fue suficiente para que el joven se ganara una beca como bailarín.
Ahora mismo, a sus 11 años, sonríe más que nunca, pues grabó el video justamente para ver si alguien se fijaba en su talento y le ayudaba a convertir su sueño en realidad.
Aunque los padres de Madu querían que fuera sacerdote, la acogida y los mensajes de admiración que recibió fueron suficiente estímulo para que entendieran que, si con apenas 11 años podía ejecutar semejantes movimientos, con una instrucción profesional podría llegar a deslumbrar con su arte en los grandes escenarios del mundo.