En la misma semana en que el presidente Gustavo Petro le aceptó la renuncia a la viceministra de Minas Belizza Ruiz (que había sido solicitada por la ministra Irene Vélez) se produce la renuncia de otra alta funcionaria del Gobierno, la de la viceministra de Empleo y Pensiones Flor Esther Salazar.
Se trata de bajas sensibles porque los viceministros son funcionarios muy calificados, técnicos, que conocen muy bien el campo en donde se desempeñan y asesoran a los ministros, que tienen un perfil más político de representación.
La salida de Salazar se proyecta, precisamente, sobre uno de los álgidos debates que va a enfrentar el Gobierno de Gustavo Petro: el de la reforma pensional, que, como la tributaria y la de la salud, se antoja muy escabrosa.
Hasta ahora, el Ministerio de Trabajo no se ha pronunciado sobre la renuncia de la viceministra. Las razones tampoco las ha dado a conocer la exfuncionaria.
Lo cierto es que su carta es de carácter “irrevocable”, fue radicada el jueves 2 de febrero para hacerse “efectiva” a partir del viernes 3 del mismo mes.
La mujer fue una de las encargadas de coordinar el equipo de empalme del sector relacionado con las áreas de trabajo entre los gobiernos saliente y entrante, además lideraba las tareas de redacción de la reforma pensional y adelantaba reuniones con empresarios y representantes de la masa laboral.
Salazar fue una de las funcionarias que más tarde asumió su cargo, pues lo hizo el 3 de enero de 2023, pero al mismo tiempo se trata de una de las que menos duró, ya que estuvo en funciones tan solo un mes.
Tomado de: Pulzo