De acuerdo con las versiones que han circulado en los medios locales y redes sociales, el caso se descubrió luego de que uno de los padres notara que los rasgos físicos de la niña que estaba criando no coincidían ni con él ni con la madre.
Con el paso de los meses, la desconfianza fue creciendo hasta que el hombre estalló al ver que la niña, ya de cuatro años de edad, no se parecía en nada a él.
Le reclamó a la esposa por una supuesta infidelidad, lo que generó una crisis en el matrimonio.
Para despejar las dudas, el hombre se hizo la prueba de ADN y confirmó que la niña que había criado no era biológicamente suya.
La madre, insistiendo en su inocencia y en defensa de su dignidad, también decidió hacerse la prueba de ADN.
El resultado también demostró que era incompatible con el de la niña.
De inmediato, la pareja inició la investigación y mediante derechos de petición al hospital logró conocer los nacimientos que se registraron ese día en el centro asistencial.
Dos niños y dos niñas.
A partir de esa información, con el apoyo de un investigador, comenzó la búsqueda de su hija biológica.
Lograron ubicar, a través de Facebook, a la madre de la otra niña, quien reside en un municipio del departamento del Cesar.
Luego de varios correos en los que le insistían a la mujer que la niña que tenía no era de ella, la mujer accedió a recibir la llamada.
En una entrevista al diario local El Heraldo, la mujer confesó que su esposo la había dejado pensando que ella lo había engañado, puesto que la niña que estaban criando tampoco se parecía a ellos.
La mujer contó que fue un golpe muy duro porque ama a la niña como si fuera suya, pero tras practicarse un examen de ADN comprobó que no era así.
“Fue muy duro, hasta el punto que intenté quitarme la vida. Estuve hospitalizada, casi me vuelvo loca. Yo miraba a la niña y la abrazaba.
No lo podía creer”, le contó la mujer a los periodistas del diario barranquillero.
En estos momentos, el hospital prepara una respuesta para aclarar qué fue lo que pasó en este caso que mantiene intrigados a los barranquilleros.
Tomado de El Tiempo