Con respecto al número de decesos, Brasil también encabeza la lista, con al menos 15.633 muertos. Detrás del gigante suramericano están México (4.767), Ecuador (2.688), Perú (2.523) y Colombia (562). Detrás del gigante suramericano están México (4.767), Ecuador (2.688), Perú (2.523) y Colombia (562).
Sin duda, la situación que más inquieta en la región es la de Brasil, el único latinoamericano en la lista de los diez países del mundo que más contagios han reportado. Esa nación superó este sábado a España e Italia y llegó al cuatro lugar detrás de EE. UU. (epicentro del mundo), Rusia y Reino Unido.
Y quizá lo que más preocupa, según expertos, es no solo que el número de casos en Brasil podría ser hasta 15 veces superior, sino también que el pico allí se alcanzaría apenas en un par de semanas.
Solo el viernes el país registró un nuevo récord de casos en un día: 15.305. Pero esa cifra no fue la única que llamó la atención. Ya el martes se había registrado otro récord en 24 horas: 881 fallecidos, un dato que recordó el inicio de los peores días de la crisis en países como Italia, España o EE. UU.
En Brasil, el estado más afectado por la covid-19 es São Paulo, el más rico y poblado del país, con unos 46 millones de habitantes, con más de 4.300 muertos y más de 54.000 infectados. Por detrás están Ceará (más de 21.000 contagios y más de 1.400 decesos), Río de Janeiro (más de 19.400 casos y 2.200 muertes) Amazonas (más de 18.000 contagios y más de 1.300 víctimas).
A la grave situación que atraviesa el país se sumó la renuncia el viernes del ministro de Salud, Nelson Teich, la segunda dimisión de un jefe de esa cartera desde el 26 de febrero, cuando dejó el mismo cargo Luiz Henrique Mandetta, férreo defensor de las cuarentenas por las que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, está en una guerra abierta con los gobernadores que las decretaron para evitar la propagación del virus.
El mandatario, que llegó a calificar la covid-19 como una “gripecita”, ve inevitable que haya cierto número de muertos para evitar el colapso económico del país.
Según la proyección del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington (IHME por sus siglas en inglés), que asesora a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Brasil acumulará unas 90.000 muertes por covid-19 para inicios de agosto. La institución también anticipa para entonces decesos cercanos a los 6.000 en México, Perú y Ecuador, y unos 700 fallecidos en Argentina y Chile.
Y si por Brasil llueve, por Perú no escampa. Ese país cumplió el jueves 60 días desde que comenzaron las medidas de confinamiento.
Las últimas cifras que presentó el Ministerio de Salud mantuvieron esta semana un promedio, entre los más elevados de Latinoamérica, de unos 4.000 nuevos detectados y alrededor de un centenar de fallecidos al día, unos datos que, según el presidente peruano, Martín Vizcarra, tienen que ver con que en el país se han hecho más de 605.000 pruebas, pero que también muestran la todavía la alta incidencia de la epidemia en el país.
Sin embargo, el Gobierno sostiene que ya se llegó a la meseta y que pronto comenzará un lento descenso de los casos. Pero también ha sido enfático en que el impacto real del virus solo se conocerá cuando concluya la epidemia. Por ahora, Lima sigue siendo el epicentro allí, con más de 52.000 casos y más de 800 fallecidos, con un ojo puesto en los mercados públicos, donde se presentan sistemáticos brotes.
Alarmas prendidas
Por su parte, Chile –tras dos meses con “cuarentenas específicas y dinámicas”, con restricciones que se imponen y se levantan en cada barrio o ciudad en función de los nuevos contagios– se vio obligado a prender las alarmas.
Santiago tuvo que entrar el viernes en cuarentena total tras ser sorprendida por la velocidad que alcanzó esta semana la pandemia de coronavirus, que superó las proyecciones oficiales, provocó un salto de 60 por ciento en la cantidad de nuevos infectados y dobló la cantidad de muertes en 48 horas. Chile tiene su foco en la capital, con más del 80 por ciento de los casos.
Hasta la semana pasada, ese país suramericano registraba entre 350 y 500 nuevos contagios por día, pero el sábado 9 de mayo empezó a dar balances que rondaban los 1.000 hasta dispararse el miércoles, cuando los nuevos casos subieron un 60 por ciento y llegaron a 2.660 infecciones.
Los muertos pasaron de 11 a 22 el jueves y a 26 el viernes. “Entramos a la etapa más dura, donde se requiere la mayor solidaridad, el mayor control de unos a otros (…)”, recalcó el ministro de Salud, Jaime Mañalich, en un mensaje dirigido sobre todo a los siete millones de habitantes de la capital, donde ya están ocupadas el 90 por ciento de las camas de cuidados intensivos.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador (Amlo) afirmó que su país está “domando” la pandemia del covid-19 y denunció una “campaña de desinformación”, después de que varios medios, como The New York Times, acusaron al Gobierno de subestimar las cifras de fallecidos por la enfermedad.
Pero México reportó el miércoles 294 fallecidos, la segunda peor cifra en lo que va de pandemia y esta semana superó los 4.000 fallecidos.
En ese país –el que menos pruebas para detectar el coronavirus ha hecho entre los miembros de la Ocde, con 0,4 pruebas por cada 1.000 habitantes, contra la media de sus miembros de 22,9–, la Ciudad de México y zonas circundantes del vecino Estado de México han sido las más afectadas por la epidemia, con más de 5.500 hospitalizados.
El Gobierno cerró en abril y mayo las actividades económicas no esenciales y exhortó a la población a quedarse en casa, si bien la cuarentena no ha sido obligatoria para no afectar a los millones que viven del comercio informal.
Tras anunciar que el 18 de mayo México comenzará un plan de reapertura gradual de las actividades económicas y sociales paralizadas por la pandemia, Amlo dijo que se espera que lo peor de la epidemia del coronavirus en la Ciudad de México y su zona periférica dure la próxima semana.
De otro lado, Argentina todavía está a la espera del pico en Buenos Aires y su área metropolitana, donde está concentrado el 71 por ciento de todos los casos a nivel nacional y donde se ha incrementado el número de positivos y fallecidos en los últimos días.
El país sumó 7.479 casos y 363 fallecidos al término de una semana en la que comenzó una fase de mayor flexibilización de la cuarentena.
En la capital argentina –donde los principales focos están en los barrios vulnerables–, el pico de contagios se espera para fines de mayo o en las primeras semanas de junio.
La región también tiene la lupa sobre Venezuela, donde esta semana el régimen de Nicolás Maduro extendió por 30 días el estado de alarma con el que se avala la cuarentena que arrancó en marzo. Según Maduro, el país ha registrado 423 casos de covid-19, incluidos diez muertos.
Pero un reporte de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (Acfiman) alertó sobre el subregistro de casos y un posible escenario de emergencia sanitaria, con un pico de hasta 4.000 nuevos casos por día de coronavirus en junio.
Por su parte, Ecuador avanza poco a poco en la reactivación de sus actividades, demandada más por la necesidad de ingresos de los ciudadanos que por las disposiciones de las autoridades, que mantienen la cautela en la lenta entrada a la “nueva normalidad”.
Con Efe y AFP