En los Juegos Olímpicos hay muchas pruebas en las que todo depende de los centímetros. En el tiro con arco se trata de acercarse lo más posible a la diana, en la gimnasia un centímetro de error puede provocar una mala caída, y en las pruebas de atletismo, como el lanzamiento de peso y de jabalina, todo se decide por un mínimo margen.
Resulta que el salto con garrocha o pértiga también es una competición de centímetros. Y, si no, que se lo pregunten a Anthony Ammirati.
El olímpico francés aspiraba a clasificarse para la final de la prueba de salto con pértiga. Ammirati, medalla de oro en el Campeonato del Mundo Sub-20 de 2022, tenía la oportunidad de clasificarse para la final, pero no pudo superar el listón en un intento de 5,70 metros.
Esa no es la historia. Hay muchos atletas olímpicos que se han quedado a las puertas de la final de salto con pértiga. Lo importante es la forma en que Ammirati no se clasificó. Es algo que, literalmente, hay que ver para creer.