La manifestación, que sorprendió a cientos de transeúntes, buscaba llamar la atención del Gobierno Nacional y del Distrito sobre la crítica situación que enfrenta este gremio.
La vocera del movimiento, Nohora Padilla, denunció que el pago por el material reciclable ha disminuido hasta en un 30 %, afectando directamente los ingresos de más de 60.000 recicladores en todo el país, 20.000 de ellos en Bogotá. Según explicó, el precio actual por kilo de PET (plástico de botellas) apenas alcanza los $1.500, obligando a los recicladores a recolectar más de 60 botellas grandes solo para conseguir un kilo.



“La gente cree que esto es basura, pero en realidad es nuestro sustento. Nosotros evitamos que más de 2.000 toneladas diarias de residuos lleguen al relleno sanitario de Doña Juana. Exigimos condiciones dignas para seguir cumpliendo con nuestra labor ambiental y social”, aseguró Padilla.
Entre las razones del malestar también se encuentran las rutas de recolección selectiva impuestas por la administración distrital y las medidas recientes de la Comisión de Regulación de Agua y Saneamiento, que según los recicladores, han limitado su acceso al material y reducido sus oportunidades de trabajo.
Además de la caída en los precios, los recicladores reclaman la creación de un régimen especial que garantice seguridad social, salud y pensión, así como mayor reconocimiento a su labor como parte esencial en la gestión ambiental de las ciudades.
Las imágenes de la plaza cubierta por reciclaje circularon ampliamente en redes sociales, generando debate entre ciudadanos. Sin embargo, como parte del acto simbólico, los mismos recicladores recogieron el material al finalizar la jornada, demostrando su compromiso con el orden y la limpieza.
“Queremos que la gente sepa que sin recicladores, Bogotá y el país enfrentarían una crisis ambiental. Hoy protestamos, pero también dejamos claro que seguimos trabajando por la ciudad”, concluyó Padilla.