Tras el hallazgo de la denominada “esfera de Buga” el pasado 26 de mayo, nuevos avistamientos de objetos voladores no identificados han sido reportados en Medellín y en el municipio de Floridablanca (Santander), despertando inquietudes tanto en la ciudadanía como en la comunidad investigadora.
En Medellín, testigos afirmaron haber visto una esfera metálica sobrevolando edificaciones del centro de la ciudad. Mientras tanto, en Floridablanca, residentes reportaron la presencia de un objeto similar desplazándose sobre la zona montañosa del municipio. Hasta el momento, ni las autoridades civiles ni las fuerzas militares han emitido declaraciones oficiales sobre estos nuevos eventos.Coincidencias con la “esfera de Buga”La atención recae nuevamente sobre el fenómeno tras declaraciones del reconocido periodista e investigador Jaime Maussan, quien comparó los recientes reportes con el objeto recuperado en Buga, Valle del Cauca, a principios de año.
“La forma, el color y la manera en que se desplaza indican que podría tratarse de la misma tecnología o del mismo origen”, señaló Maussan en su programa Maussan Televisión, sugiriendo incluso que el objeto “probablemente no es de aquí”.El artefacto recuperado en Buga fue enviado a México para su análisis. Según un informe presentado el 30 de mayo por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el objeto contenía en su interior 52 fibras ópticas de distintos tamaños, lo que representa aproximadamente un 42% de su composición interna. El hallazgo ha sido calificado por algunos investigadores como “evidencia de un dispositivo tecnológico sofisticado”.Análisis técnico y opiniones encontradasRodrigo Garrido, ingeniero vinculado al estudio, destacó que la presencia de fibras ópticas sugiere un posible uso como sensores para variables ambientales o incluso biológicas.
“Esa fibra le da una presencia no solo tecnológica, sino posiblemente inteligente. Alguien está observando y recolectando información desde ahí”, afirmó.Sin embargo, no todos comparten esta interpretación. El investigador guatemalteco José Manrique, quien inicialmente respaldó la autenticidad del caso Buga, expresó dudas sobre los más recientes avistamientos, sugiriendo que los videos podrían haber sido editados digitalmente, con posibles intervenciones de herramientas de inteligencia artificial. “Hay señales claras de edición digital en los movimientos y reflejos. No podemos descartar un montaje bien elaborado”, declaró al Daily Mail. ¿Fenómeno aéreo o estrategia comercial? Las opiniones en la comunidad científica también están divididas.
Garry Nolan, inmunólogo de la Universidad de Stanford y figura relevante en los debates sobre inteligencia no humana, aseguró que es altamente probable que se trate de un artefacto terrestre. Según explicó en su cuenta en X, los movimientos atribuidos a la esfera pueden explicarse mediante “modelos físicos estándar” y el uso de energía proyectada, descartando mecanismos exóticos como la antigravedad.Además, ha surgido una hipótesis alternativa que sugiere que todo el fenómeno podría estar vinculado a una campaña publicitaria. Algunos investigadores identificaron posibles manipulaciones digitales en los videos, como inconsistencias en la trayectoria del objeto o su interacción con el entorno. Esta línea señala como posible responsable a una empresa llamada Germany Company, cuyo propietario habría impulsado los videos iniciales en redes sociales. Sin claridad oficial Pese a las numerosas teorías, ninguna autoridad ha emitido un comunicado oficial que confirme o desmienta la autenticidad de los objetos observados. La ausencia de una explicación institucional ha alimentado tanto el entusiasmo de quienes creen en la existencia de inteligencia no humana, como el escepticismo de quienes piden pruebas más concretas.Por ahora, el enigma de las esferas continúa sin resolverse, mientras nuevos testimonios siguen emergiendo y el debate entre ciencia, especulación y posibles montajes digitales mantiene su curso.