Los Campos de Marte fueron el lugar en el que Tatiana Rentería consagró su leyenda este domingo, cuando ganó la medalla de bronce en la lucha libre de París 2024.
Mucho más lejos, tiempo atrás, fue en Buenaventura donde la vallecaucana empezó a cultivar su sueño de ser una luchadora, competir en unos Juegos Olímpicos y subirse al podio. Nació en Cali, pero desde muy joven su familia se trasladó hasta el principal puerto marítimo de Colombia, donde empezó a practicar varios deportes.
Intentó en el fútbol, pero no era lo suyo. También en el levantamiento de pesas, pero tampoco encontró la pasión suficiente. Nunca dejó de levantar la barra en el gimnasio, por supuesto, pero en la lucha, en cambio, descubrió una ilusión distinta. Y ese amor lo halló en las tardes en las que con sus amigos, jugando, intentaba olvidar sus dificultades. Para aguantar el hambre y sustentar un techo, era Tatiana, con 11 años, quien tenía que ponerse a trabajar, bien fuera pescando o recolectando madera, para sostener su hogar y su familia.
“Trabajaba y estudiaba, tenía que sacar a mi familia adelante porque quería avanzar”, le dijo la luchadora, ahora medallista olímpica, al Comité Olímpico Colombiano en una entrevista. Sin embargo, la crudeza de aquellos años la obligó a dejar su casa, alejarse de su familia, para encontrar resguardo en la Fundación Servicio Juvenil Bosconia, un internado que cuidó de ella hasta que fue mayor de edad.
Fue ahí, mientras vivía entre hombres, que Tatiana Rentería encontró su pasión por la lucha, el deporte que se le volvió una obsesión y que la terminó llevando hasta un podio olímpico. “Me crie con hombres. Nunca me quise juntar con las mujeres porque para mí eran muy chismosas. Así que me crie con hombres, yo era uno más, jugaba con ellos, peleaba con ellos y disfruté muchos momentos con ellos”, le dijo la deportista al COC.
Madre a los 17 años: la historia Tatiana Rentería
Cuando empezó en su deporte, Colombia ya tenía una doble medallista olímpica en la lucha libre: Jackeline Rentería. Al igual que Tatiana Rentería, con su bronce en París 2024, Jackeline se subió al tercer lugar del podio en Beijing 2008 y Londres 2012, lo que la convirtió en una de las pocas atletas colombianas capaces de lograr dos preseas en unos Juegos.
Inspirada en ese ejemplo, Tatiana Rentería soñaba con llegar a la misma cima y llegar a ser una campeona olímpica. Al principio, confesó, no conocía a la doble medallista. No obstante, cuando entró más en el deporte, se volvió su ejemplo a seguir. Estaba destinada a seguir sus pasos.
Los planes, sin embargo, le cambiaron súbitamente, pues a los 17 años, quedó embarazada y, tras ser madre, tuvo que parar la práctica de su disciplina y posponer su debut en las competencias internacionales.
Para entonces, Tatiana Rentería era una promesa de la lucha colombiana. Cuando volvió tras su maternidad, sus resultados empezaron a formar el que sería su futuro, el de la medallista olímpica. A París 2024, la vallecaucana llegó siendo medallista de bronce en el Campeonato Mundial de 2023 (76 kg) y medalla de oro en el Campeonato Mundial sub-23 de 2022, siendo la primera campeona mundial del país en esta categoría. Fue medallista de oro, además, en los Juegos Mundiales de Playa 2019 y campeona panamericana juvenil ese mismo año.
No era una locura pensar en ella como medallista olímpica, pues su trayectoria como juvenil hacían pensar que en París 2024 se podía volver una realidad. Y fue lo que pasó, en los Campos de Marte de París, al frente de la Torre Eiffel. El día que la llama olímpica se apagará en las justas terminó siendo el día en el que Tatiana Rentería le dio a Colombia su medalla número 38 en los Juegos Olímpicos.