Durante esta jornada, los fieles rememoran varios momentos fundamentales del relato bíblico: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, la institución de la Eucaristía, el lavatorio de los pies como símbolo de humildad y servicio, y la oración en el huerto de Getsemaní.
La Última Cena representa el acto en el que Jesús compartió el pan y el vino con sus discípulos, anticipando su entrega en la cruz y estableciendo el sacramento de la Eucaristía, uno de los pilares del cristianismo. Asimismo, en ese encuentro anunció la traición de uno de sus discípulos, identificando a Judas Iscariote como el responsable.
El Jueves Santo da paso a los días más intensos de la Semana Santa y marca el inicio de una serie de celebraciones litúrgicas que culminan el Domingo de Resurrección, el día más importante del cristianismo.