El anuncio fue hecho público este lunes mediante un comunicado oficial en el que la compañía informó tres medidas clave:
• Cambio completo de nombre, logotipo y mascota, así como la eliminación del característico color amarillo de su identidad visual.
• Suspensión temporal del formulario de franquicias, debido a la alta demanda y con el fin de proteger a los potenciales interesados mientras se aclara la situación legal.
• Reestructuración organizativa, que incluye la salida del socio fundador y administrador, Gonzalo Barrenechea Correa.
Conflicto marcario en Europa: el origen de la crisis
El detonante de esta transformación fue una disputa de derechos marcarios con la compañía colombiana, que acusa a la firma española de utilizar sin autorización elementos gráficos, tipografía y símbolos distintivos prácticamente idénticos a los de su marca registrada.
Frisby España, por su parte, elevó una solicitud ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) para revocar los derechos marcarios que, según alegan, se encuentran inactivos en territorio europeo. Sin embargo, la resolución aún está pendiente.
En paralelo, sectores empresariales y ciudadanos colombianos han expresado su rechazo frente a lo que consideran una clara suplantación de identidad comercial.
Renuncia del fundador y nueva dirección
El ahora exadministrador, Gonzalo Barrenechea Correa, renunció irrevocablemente tras afirmar que parte de la operación digital, como la página web y redes sociales, se realizó sin su conocimiento ni consentimiento. También denunció la falta de mecanismos de cumplimiento y gobierno corporativo dentro de la empresa.
La compañía pasará ahora a estar liderada por la accionista mayoritaria, Jacqueline Guillemine Pérez Parcha, ciudadana belga residente en Bruselas, quien estará acompañada por Charles Dupont, nuevo representante autorizado en España.
¿Qué pasará con la expansión por Europa?
Aunque la empresa había registrado una alta demanda de solicitudes de franquicias en distintas ciudades de España y Europa, ha decidido congelar su expansión temporalmente como medida preventiva, con el objetivo de no comprometer a futuros socios hasta que se resuelva la situación jurídica.
Frisby España concluyó su comunicado asegurando que mantiene su atención en el fallo que debe emitir la EUIPO y que este período de pausa servirá para “revisar candidaturas, avanzar negociaciones con inversores y cerrar la nueva planificación operativa”.
Con esta transformación, la empresa busca desvincularse legal y visualmente de su contraparte colombiana, al tiempo que redefine su rumbo en el competitivo mercado europeo de comidas rápidas.