El trágico suceso ocurrió mientras las jóvenes, reconocidas por su contenido en redes sociales, regresaban en un yate lleno de pasajeros tras una fiesta. A pesar de las insistentes súplicas del equipo de seguridad, ambas mujeres decidieron negar el uso de chalecos salvavidas, aduciendo que estas medidas de seguridad arruinarían su bronceado y afectarían sus fotografías. Según el comisario Marcos Alexandra Alfino, varios pasajeros optaron por no utilizar los chalecos porque estaban ocupados tomándose selfies.
El capitán de la embarcación, quien enfrentó presiones para transportar a seis influencers a pesar de que la capacidad máxima era de cinco, no pudo evitar que el yate volcara debido al exceso de peso y a las peligrosas corrientes del río. Los esfuerzos por salvar a las mujeres fueron en vano; sin chalecos salvavidas, ambas se ahogaron en el incidente, siendo sus cuerpos recuperados posteriormente por el equipo de Bomberos Marítimos.
Una semana después del trágico suceso, el cuerpo de Aline Moreira fue hallado en la costa de la playa de Itaquitanduva. Antes de su fatal desenlace, había compartido imágenes en sus redes sociales, disfrutando del yate de lujo y sin advertir el peligro que representaba la situación.
Entre las sobrevivientes, Vanessa Audrey da Silva relató su desgarradora experiencia, en la que se puso el chaleco salvavidas de manera frenética y se aferró a una roca tras el vuelco del barco. “Lamentablemente, mis compañeras no tuvieron la misma suerte”, expresó con pesar, subrayando cómo la decisión de priorizar la estética sobre la seguridad tuvo un trágico desenlace.
Esta tragedia resalta la importancia de las medidas de seguridad en el mar, incluso en momentos de diversión y celebración. Las redes sociales sirven como recordatorio de las consecuencias mortales que pueden tener acciones imprudentes.