Reportes indican que las precipitaciones han sido inusuales para esta región, donde la lluvia es escasa.
Por ejemplo, la ciudad de Errachidia, en el sureste de Marruecos, registró casi 5 centímetros de lluvia en un corto período. Las típicas dunas de arena y palmeras ahora presentan cuerpos de agua, y antiguos ríos y lagos que habían estado secos durante años han comenzado a llenarse nuevamente.
Este fenómeno, que ha dejado atónitos a los científicos, podría ser un indicio de cambios climáticos más amplios.
Investigaciones sugieren que, debido a la contaminación por combustibles fósiles y el calentamiento global, eventos como este podrían ocurrir con mayor frecuencia en el futuro, alterando el ciclo del agua y desafiando las condiciones climáticas históricas de la región.