De acuerdo con lo establecido, Moreno Rodríguez adelantaba un proceso jurídico en contra de sus superiores por cuanto, según tutela instaurada, a pesar de argumentar ante los mismos problemas de salud que no le permitían realizar trabajo de campo, no era cambiado de funciones y más aún, habría empezado a recibir una serie de presiones por parte de personas al mando.
Por su parte, su esposa indicó que el capitán no tenía autorizado salir de la guarnición como tampoco ver a su familia, motivo que llevó a la mujer a instaurar una segunda tutela, argumentando la vulneración de los derechos de dos hijos de 3 y 14 años de edad.
El Ejército Nacional de Colombia aún no ha emitido un comunicado en el que se pronuncie sobre lo sucedido en este lugar, que ha reportado hechos similares en varias ocasiones.