Gerardo Albeiro Vinasco Marín viajaba a las 10 de la noche del sábado pasado a bordo de la motocicleta Suzuki, de placas DKZ-65 F, cuando perdió el control de la misma y fue a dar contra la cerca de una propiedad del sector. Tras romper el encerramiento, la moto descontrolada siguió su marcha y terminó estrellándose contra un árbol, impacto en el que sufrió múltiples lesiones en su organismo.
Amigos de la víctima, que viajaban a pocos metros de distancia, también en motocicleta, dieron aviso a las autoridades que se hicieron presentes en el lugar para dar inicio al proceso de levantamiento del cuerpo del joven, por cuanto murió de manera inmediata.
Versiones de algunos testigos indican que esa noche varios jóvenes motorizados se desplazaban por la vía, en una especie de caravana, pero cuando llegaron las autoridades al sitio del accidente huyeron raudos. En el lugar solo quedaron tres personas que entregaron las primeras declaraciones.
Tras ocurrido el hecho, la Policía de Tránsito asumió las investigaciones para tratar de establecer las causas del siniestro vial, pero no se descarta que algún hueco en la vía lo haya hecho perder el control del vehículo, aunque es una de las hipótesis que son analizadas.
Vinasco Marín, nacido el 25 de abril del 2000 en Tuluá, residía con su familia en el municipio de Riofrío, la cual lo recuerda como un joven bastante alegre, al que le encantaban las motos y amaba a los animales, razón por la cual quería estudiar zootecnia.
El menor de cinco hermanos adelantó estudios en el colegio Primitivo Crespo de este municipio, donde además quedó su mascota Honey, una perrita que se la pasa acostada todo el día sobre la cama a la espera de que su amo llegue a hacerle compañía.